Después de 20 años en el espacio orbitando alrededor de Saturno, la sonda Cassini se estaba quedando sin combustible, y tal y como estaba programado, este viernes consumó su ‘suicidio’. En su órbita final, Cassini se sumergió en la atmósfera de Saturno a decenas de miles de kilómetros por hora. Después de perder el contacto con la Tierra, la nave espacial se quemó como un meteoro, convirtiéndose en parte del planeta mismo.
En 2010, Cassini comenzó una extensión de la misión de siete años en la cual el plan era gastar todo el propulsor de la nave espacial que explora Saturno, que condujo al final magnífico y terminó este viernes con una zambullida en la atmósfera del planeta.
Las últimas 22 órbitas de Cassini llevaron a la nave espacial en un sendero elíptico, buceando a decenas de miles de millas por hora a través del espacio, de 2.400 kilómetros de ancho entre los anillos y el planeta, donde ninguna nave espacial había explorado antes.
Cada una de estas últimas 22 órbitas tardó aproximadamente seis días y medio en completarse. Comenzaron el 22 de abril y terminaron este viernes. Cuando Cassini estuvo más cerca de Saturno durante cada órbita, la velocidad de la nave espacial osciló entre 75.000 y 78.000 millas por hora (121.000 y 126.000 kilómetros por hora), dependiendo de la órbita.
Al entrar en la atmósfera de Saturno, las mantas de aislamiento multicapa de color dorado de Cassini se carbonizaron y se separaron, y luego las estructuras epoxi de fibra de carbono de la nave espacial, como la antena de alta ganancia de 11 pies (3 metros) de ancho y la de 30 pies (11 metros) largo del magnetómetro, se debilitaron y se desintegraron. Los componentes montados en el exterior del cuerpo central de la nave espacial se separaron entonces, seguido por la cara delantera de la propia nave espacial.
Las temperaturas alrededor de lo que quedaba de la nave espacial finalmente excedían a las de la superficie del Sol. El calentamiento y la expansión de los gases dentro de los tanques propulsores hicieron que explotaran.
Los tanques forman el cuerpo central de la nave espacial, por lo que su ruptura destrozó lo que queda de la nave espacial. Los desechos se consumieron completamente en la atmósfera del planeta. Los materiales de Cassini se hundirán profundamente en Saturno y se mezclarán con la atmósfera caliente y de alta presión del planeta gigante (764 veces el volumen de la Tierra) para ser completamente diluidos.
Lanzada el 15 de octubre 1997 junto a la sonda Huygens, que se convirtió en la primera nave construida por el hombre que se posó en una luna de otro planeta, la Cassini ha recopilado tal cantidad de datos durante su misión que los expertos estiman que se tardarán décadas en analizarlos.
Entre sus principales hallazgos, la agencia espacial destaca el descubrimiento en 2014 de un océano subterráneo en la luna de Encélado y la presencia de metano líquido en la de Titán.
Precisamente, estas dos lunas de Saturno, que le han valido a la Cassini sus mayores reconocimientos, son la gran preocupación de la NASA y el principal motivo por el que la sonda habrá de desintegrarse en un momento en que su combustible ya escasea. A raíz de los descubrimientos de la Cassini, la agencia espacial estadounidense llegó a la conclusión de que estos dos satélites podrían albergar ambientes habitables.
Saturno tiene 764 veces el volumen de la Tierra, soporta vientos de 1.750 km/h, y temperaturas de -178 grados centígrados. Está a 1.400 millones de kilómetros del Sol.