[dropcap]J[/dropcap]osé Luis Almeida Fraile lleva trabajando en el Berysa, establecimiento de Plaza Mayor, dos décadas. Charlamos con él para conocer cómo es trabaja en una de las Plazas más bonitas del mundo, teniendo en cuenta que presume de que «la mejor vista es la nuestra tanto en la terraza como en el salón» -risas- y cómo es el oficio que lleva desempeñando toda su vida
¿La Plaza es un buen lugar para trabajar?
Sí, es un buen lugar, sobre todo si trabajas aquí, en el Berysa.
Por curiosidad, uno cuando trabaja en la Plaza, ¿se cansa de verla?
No, siempre descubres alguna cosa nueva, más aún si trabajas, como nosotros, de cara al público. El cliente siempre te enseña, en este oficio estás aprendiendo todos los días.
¿Qué se le pasa por la cabeza cuando oye la frase que dice: ‘Todo el mundo vale para ser camarero’?
Me sienta mal, porque no todo el mundo está capacitado para serlo.
Desde su opinión. ¿Cuáles son las cualidades que se necesitan?
Lo más importante es tener un trato cordial, correcto y educado con los clientes. También es importante la presencia, saber estar, tener paciencia. Los cliente no tienen que notar que tienes un mal día. Todos tenemos problemas, pero cuando trabajamos se dejan en la puerta, luego cuando terminas la jornada, si quieres los vuelves a coger, pero nadie tiene que pagar lo que nos pasa a cada uno.
¿Hemos cambiado mucho como clientes desde que comenzó a trabajar?
Sí, vamos con prisa. Da la sensación de que todo el mundo está estresado. Antes eran más tranquilos. Nuestra terraza tienen la vista más bonita de la Plaza, por eso si se sientan en el Berysa, les aconsejo que se relajen y disfruten.
Trabaja en un establecimiento donde tiene que servir a salmantinos, clientes de otras provincias y extranjeros. ¿Hay mucha diferencia entre unos y otros?
No. Nosotros tenemos muchos clientes de Salamanca, que nos conocen y a los que conocemos. El trato es muy cercano y disfrutan del Berysa, de los productos de primera calidad que tenemos, de la Plaza. Por su parte, El extranjero es más tranquilo. Es estupendo trabajar con los de fuera y con los nuestros, los de todos los día.
¿Nos sigue gustando la terraza también en invierno?
Sí, pero no todos los días se puede aguantar (Risas) Aquí hace mucho frío.
¿Ha evolucionado la Plaza en estos años?
Sí. Hace unos años, solo había terrazas en la Plaza, en los barrios no había nada, por lo que a los salmantinos les gustaba venir a sentarse aquí. Se hacían colas por tener una mesa. Desde las 19.00 a las 22.00 horas las terrazas estaban llenas. Ahora, además de que cada bar monta su terraza, en la Plaza nos dejan trabajar mejor. Podemos tener más meses y la Policía Local se porta muy bien con nosotros.
¿Qué mejoras haría usted si pudiera?
Ahora está muy bien. El único ‘pero’ que le pongo es cuando ponen las dos ferias del libro, porque al montar las casetas en el medio, nos dejan como si estuviéramos fuera. Los clientes no pueden ver la Plaza. Creo que estaría mejor en la plaza de Los Bandos.
Tiene una ‘oficina’ estupenda. ¿Cuándo se va de vacaciones, la echa de menos?
Sí y suelo venir algún día. Me gusta la Plaza. La vida de Salamanca pasa por aquí. Todo llega a la Plaza. Además, es muy cambiante, a cada hora del día te encuentras con personas distintas, tienes a los repartidores y estudiantes a primera hora, a mediodía personas que sólo vienen a pasear, a media tarde, los que terminan de trabajar,… Es que aunque seas de barrio, si puedes vienes a la Plaza, das dos o tres vueltas, y ya han cumplido.