Un pueblo del noroeste de Islandia ha instalado un paso de peatones revolucionario con el que se quiere reducir el número de atropellos.
Se trata de un paso de cebra en tres dimensiones que genera un efecto óptico que da al conductor la sensación de que está flotando y se va a estrellar contra él.
Ralf Trylla, responsable local de medio ambiente del pueblo pesquero Ísafjarðarbær,, asegura que si estos pasos funcionan se instalarán más en el municipio.
No obstante, esta idea no es islandesa, sino que los primeros pasos de peatones de este tipo se han visto en Nueva Delhi (India). Al menos allí los vio Gautur Ívar Halldórsson, de la empresa Vegamálun GÍH, encargada de la instalación de estos pasos en el pueblo islandés.