Todos los días del año se puede comer jamón ibérico. No te cansan nunca de su sabor». Así de contundente es Nacho Fuentes, responsable del Berysa, establecimiento enclavado en la Plaza Mayor desde hace más de cuatro décadas
Hablar del jamón ibérico en Salamanca, es hablar del producto por excelencia charro. Las cualidades de este exquisito bocado conjugan a la perfección tradición, paciencia, templanza y acompañamiento.
Perfección, porque es un alimento completo y recomendado para todas las etapas de la vida.
Paciencia, porque es un producto elaborado con mimo. «Nuestros jamones tienen una curación de cinco años, así se pueden catar todos los matices de olor, sabor y tacto. Deja un retrogusto en boca que invita a seguir degustándolo», puntualiza el responsable del Berysa.
Templanza, porque no hay prisa cuando se paladea un plato de jamón. El estrés, la premura o la impaciencia maridan mal con jamón. En cambio, una buena rebanada de pan candeal, un vino con cuerpo o una cerveza serán los mejores compañeros de esta vianda tan charra.
Y qué decir del acompañamiento. Un plato de jamón se disfruta más, si es en compañía de personas cercanas.
Un detalle más: el corte. El jamón debe de estar bien loncheado por manos expertas. El Berysa cuenta con cuatro cortadores que con mimo colocarán las lonjas en el plato. «Un buen jamón, para que nos regale todo su jugo tiene que estar bien tajado», apunta Nacho Fuentes y comenta que cortar jamón es un arte y para él,una de las actividades que más le relaja en la hostelería.
Un plato de jamón, una bebida apetecible en buena compañía y si le añadimos que el Berysa cuenta con la Plaza Mayor como escenario de tan gustosa escena, es una de las opciones más apetecible para estos agradables días que nos ofrece este otoño.
1 comentario en «Jamón ibérico: el bocado exquisito»
¡¡¡SE ME HECHO LA BOCA AGUA!!!! ¡¡¡Me voy inmediatamente a cenar!!! ¡¡¡JAMÓN, POR SUPUESTO!!!