[dropcap]J[/dropcap]esús Málaga, presidente del Centro de Estudios Salmantinos, y La Crónica de Salamanca inician una serie de reportajes sobre monumentos, rincones, rutas y lugares ‘escondidos’ de nuestra ciudad bajo el título de: Salamanca, de la sombra a la luz
Entre 1874 y 1884, el obispo Narciso Martínez Izquierdo decidió que el arquitecto Secall le construyera un palacete, que el pueblo denominaba la Quinta del Zurguén, para pasar sus días de asueto en verano.
Este edifico, que por cierto, no llegó nunca a ocupar el obispo Narciso, se encuentra pasando el río Tormes, en la avenida de Lasalle, 2, y fue disfrutado por su sucesor, el obispo Tomás Cámara, el Padre Cámara. Allí pasaba sus días de veraneo uno de los obispos más conocidos de Salamanca, lo curioso es que la residencia habitual del prelado estaba a escasos dos kilómetros, porque el palacio episcopal, obra del arquitecto Secall, está situado frente a la Catedral. Edificio que fue muy criticado por un arquitecto coetáneo suyo, Joaquín de Vargas y Aguirre, este último firmó entre otros edificios de la ciudad, la Casa Lis y el Mercado Central.
Secall y De Vargas y Aguirre fueron dos arquitectos en Salamanca muy diferentes entre sí y con una rivalidad clara y un estilo muy diferente. Mientras Secall continúa una línea más clásica, De Vargas y Aguirre se apuntaba al modernismo y a utilizar el hierro en sus edificaciones. Ambos dejaron su impronta en Salamanca, su sello que se puede apreciar, disfrutar y contemplar, no comparar. Ahora, más de un siglo después solo cabe admirar sus obras.
La Quinta del Zurguén fue ocupada por los obispos salmantinos hasta mediados del siglo XX, después cayó en el olvido hasta que en 1994, con toda la magnitud que tenía en la década de los noventa el sida, Cáritas solicitó la cesión de este inmueble a la Diócesis salmantina para que fuera la Casa Samuel para acoger a enfermos de Sida.
El pasado 19 de junio, la Casa Samuel, celebró su 23 aniversario. La antigua Quinta del Zurguén ofrece una atención global a las personas infectadas por el virus del VIH-Sida y sus familias. Este antiguo palacete de verano de los obispos salmantinos se convirtió en 1994 en la primera casa de acogida de Castilla y León.
1 comentario en «Las vueltas que da un edificio en un siglo»
Una vez más, mi más sincera y gran felicitación por la iniciativa de estos reportajes. ¡¡¡ENHORABUENA!!!