[dropcap]L[/dropcap]a Organización Mundial de la Salud calcula que un 24% de la carga mundial de morbilidad y un 23% de la mortalidad son atribuibles a factores medioambientales y, añade: “Se podría prevenir cerca de una cuarta parte de la carga de morbilidad mundial centrando la atención en la reducción de los factores de riesgo sociales y medioambientales”.
Por tanto, surge la pregunta: ¿qué podemos hacer para contribuir a la reducción de los factores de riesgo?Pensemos en el agua, el saneamiento, los campos electromagnéticos, la contaminación del aire de interiores, la contaminación atmosférica, las radiaciones ultravioletas y, como no, el cambio climático; seguro que se nos ocurren infinidad de pequeñas soluciones con las que aportar nuestra ayuda a un reto tan importante como cuidar nuestro medio ambiente.
Las medidas a tener en cuenta varían en función del desarrollo de los países ya que cambian sus necesidades y prioridades, pero, en general, los conceptos mencionados anteriormente sirven de base para el análisis y la implantación de medidas correctivas: ¿cómo utilizamos el agua?, ¿qué vertidos realizamos?, ¿qué aparatos utilizamos y cómo lo hacemos?, ¿qué emisiones de gases, incluyendo las derivadas de productos químicos, tenemos en nuestras casas y centros de trabajo?, ¿qué equipos y maquinaría producen emisión de gases a la atmósfera?, ¿cómo nos exponemos a las radiaciones UV del sol? Son preguntas básicas que nos ayudan a identificar los riesgos y sus orígenes y cuyas respuestas nos indicarán que podemos hacer.
La reflexión continua tanto a nivel empresarial como particular generará una cadena de mejora continua que permitirá aumentar nuestro compromiso con el medio ambiente y la salud.
“Solo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero”. (Proverbio Indoamericano)
Does rode a healthy environment?
[dropcap]T[/dropcap]he World Health Organization estimates that 24 per cent of the global burden of disease and 23 per cent of mortality are attributable to environmentalfactors, adding: “Nearly a quarter of the global burden of disease could be prevented by focusing on attention to the reduction of social and environmental risk factors”.
Therefore, the question arises: what can we do to contribute to the reduction of risk factors? Think about water, sanitation, electromagnetic fields, indoor air pollution, air pollution, ultraviolet radiation and, of course, climate change; sure, that we come to countless small solutions with which to contribute our help to a challenge as important as taking care of our environment.
The measures to be taken vary depending on the development of countries as their needs and priorities change, but in general the concepts mentioned above serve as a basis for the analysis and implementation of corrective measures: how do we use water? What equipment do we use and how do we do it? What gas emissions, including those derived from chemical products, do we have in our homes and workplaces? What equipment and machinery do they produce gas emissions to the atmosphere? How do we expose ourselves to the sun’s UV radiation? These are basic questions that help us to identify the risks and their origins and whose answers will tell us what we can do.
Continuous reflection on both the corporate and private levels will generate a chain of continuous improvement that will increase our commitment to the environment and health.
“Only when the last tree is dead, the last river poisoned and the last fish caught, will you realize that you cannot eat money.”(Indo-American Proverb)