El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no ha aclarado este lunes si la semana pasada declaró la independencia o no, por lo que ahora dispone de un plazo que termina el jueves para desmarcarse de la independencia antes de que se active el mecanismo del artículo 155 de la Constitución que permitiría al estado intervenir total o parcialmente las competencias de la Generalitat.
Puigdemont no solo no ha aclarado si ya se proclamó la independencia, sino que ha dado un plazo de dos meses al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para concretar una reunión «lo antes posible para explorar los primeros acuerdos» para resolver el conflicto en Cataluña.
El Ejecutivo no considera válida la respuesta al no ser un sí o un no y, por medio de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, le ha pedido que reconsidere su actitud.
La vicepresidenta “lamentó” que el presidente catalán no contestara al requerimiento que le envió Rajoy. «No se entiende la perseverancia en la confusión», ha dicho la vicepresidenta «salvo que responda a presiones radicales» y le recordó que no puede apelar al diálogo cuando practica una política de hechos consumados.
Sáez de Santamaría ha recordado que Puigdemont tiene otra oportunidad para «revocar» su posición y puede hacerlo hasta el jueves a las 10 horas.
Rajoy le ha enviado una nueva misiva en la que le recuerda que la repuesta que se le pedía sobre la declaración de independencia es «una aclaración absolutamente necesaria», ya que, en opinión del Gobierno, «ellos y todos los catalanes tienen derecho a saber con certeza» si el 10 de octubre se declaró la independencia, «esté o no en vigor».
