El Ecubus Ciudad de Salamanca perdió ante el equipo de Pinto en el pabellón Río Tormes por 28 – 34
El partido se perdió poco antes de que en el marcador se cumpliera el minuto 16, cuando Alberto Martín no supo leer el encuentro y no paró el juego, lo hizo un poco después, pero ya fue tarde a tenor del resultado. Sus jugadores, que hasta ese momento dominaban en el marcador y en el pabellón, se desconcentraron y de ahí en adelante solo pudo empeorar
Hubo fruslerías de pases por la espalda, vistosos, sí, pero no efectivos. Eso solo se puede hacer cuando se va muy arriba en el marcador, no a los diez minutos de comenzado el enfrentamiento, porque mosqueas al rival y se pone las pilas, que es lo que hicieron los madrileños. Jugar sin miramientos, pero efectivos.
Aunque para ser justos, cuando quedaban cinco minutos para irse a vestuarios, los salmantinos remontaron, se concentraron y pararon el marcador del primer tiempo con uno abajo.
Y, por debajo del marcador estuvieron la segunda parte. Mucho pundonor, pero los nervios afloraban a cada pase de balón con lo que conlleva de pérdidas, de remates a puerta sin acierto y de encoger el brazo. Ya no hubo nada que hacer, salvo aplaudir a una afición que se vuelca con su equipo cuando juega en casa.
A falta de diez minutos, el rival directo de los de Martín vencía por cuatro goles. Lo siguiente… más de lo mismo, pero aumentando la diferencia. Al final de partido el Ecubus Ciudad de Salamanca anotó 28 goles, por 34 de los de Pinto.
FOTOS. Ciudad de Salamanca & Pinto