Son 36 personas entre chicos, voluntarios y responsables de la Casa Escuela Santiago Uno que durante dos meses rehabilitaran escuelas en el país africano
[dropcap type=»1″]H[/dropcap]an pasado diez años desde que los primeros chicos de Casa Escuela Santiago Uno destinaran sus veranos a rehabilitar escuelas en el sur de Marruecos. Diez años en los que ha habido muchas satisfacciones, según explica Jesús Garrote de la Casa Escuela Santiago Uno. “Nuestros chicos vienen encantados del amor que reciben. Es más, algunos dicen que en Marruecos han recibido más cariño en dos meses que aquí en toda su vida”.
Los chicos de la Casa Escuela Santiago Uno emprenden un viaje a Marruecos de dos meses.Durante dos meses, los chicos entre 14 y 18 años, los voluntarios y los responsables compartirán la alternativa ecosocial, educativa, terapéutica y labora que ofrecen a los chicos de protección e infractores en España. “Muchos son inmigrantes de varios países, entre ellos Marruecos, cuya finalidad es que se necesiten menos pateras y que algunos puedan ingresar bien formados para ayudar a un cambio de mejora de vida de las familias de las tribus de allí”, comentan desde la Casa Escuela Santiago Uno.
El objetivo es recuperar escuelas centrales, para la formación profesional y la mejora educativa y sanitaria de niños y niñas, incluida alguna para hijos de nómadas bereberes. También pretenden crear casas de acogida, así como crear esculas deportivas y apoyar a cooperativas y crear nuevas empresas de inserción para agricultura, costura o cocina tradicional.
“Lo que hacemos es rehabilitar una escuela, instalamos agua corriente y electricidad. Construimos canchas deportivas y un parque infantil y dotamos el complejo de un dispensario médico y ponemos en marcha la escuela taller”, explica Garrote.
Este año estarán en la escuela central Al Quaid Mohamed en Id Bakka. Y el objetivo final es dejar la escuela central habilitada para que sea gestionada por la asociación local dándole continuidad al proyecto y quedando estructurada la forma de trabajo. “Por las mañanas se utilizará la escuela para la educación formal de primaria desarrollada por la Delegación de Educación de Sifi Ifni. Y por las tardes, el mismo espacio sirve para enseñar un oficio, para la formación básica y alfabetizacín, como centro social o como dispensario médico”, matiza Garrote.
Las furgontes con los chicos, voluntarios y responsables de Casa Escuela Santiago Uno partieron de la Plaza Mayor con destino a Marruecos, Alfonso Fernández Mañueco, alcalde de Salamanca les deseó buen viaje. Justo en la despedida se vivieron los momentos más emotivos, de lágrimas, abrazos y besos entre los compañeros que se iban a Marruecos y los que se quedaban en Salamanca.