Desde que el Parlament de Cataluña aprobara en septiembre las leyes del referéndum y de desconexión con España en el transcurso de una sesión plagada de irregularidades, los acontecimientos se han precipitado tras la celebración de la consulta ilegal.
1 de octubre: Referéndum con violencia.
Cientos de miles de catalanes votan en un referéndum de independencia que se lleva a cabo a pesar de una prohibición judicial que lo considera inconstitucional.
Los antidisturbios intentan bloquear la votación y se producen escenas impactantes con porras y balas de goma sobre las multitudes y sobre los votantes.
El gobierno catalán dice que el 90 por ciento de los que votaron respaldaron la independencia, pero la participación fue solo del 43 por ciento, ya que muchos que se oponen a una división boicotearon el referéndum.
3 de octubre: Huelga general.
Una huelga general convocada por sindicatos y grupos políticos afecta el puerto, el transporte y algunas empresas de Barcelona. Hasta 700.000 personas se manifiestan en la ciudad contra la violencia policial, defendiendo el derecho al voto.
El rey Felipe VI acusa a los líderes catalanes de amenazar la estabilidad de España e insta al Estado a defender el «orden constitucional».
5 de octubre: comienza el éxodo empresarial.
Banco Sabadell, el segundo banco más grande de Cataluña, anuncia que cambiará su domicilio registrado fuera de la región. Más de 1.600 empresas lo siguen para evitar la inestabilidad.
7-8 de octubre: Protestas masivas.
Decenas de miles de personas se manifestaron en toda España el 7 de octubre, algunos exigían unidad y otros pedían diálogo.
Al día siguiente, cientos de miles de personas marchan en Barcelona para respaldar la unidad de España.
10 de octubre: Declaración de independencia ‘suspendida’.
En una sesión que desató una confusión generalizada, el líder catalán Carles Puigdemont y sus aliados separatistas firman una declaración de independencia, pero dicen que suspenden su implementación para dar tiempo a las negociaciones con Madrid.
Al día siguiente, Mariano Rajoy le da a Puigdemont hasta el 16 de octubre para aclarar su postura.
16 de octubre: Separatistas detenidos.
Puigdemont se niega a decir si había declarado la independencia y, en su lugar, llama al diálogo. Madrid le da un plazo extendido del 19 de octubre para decir si planea separarse.
Un tribunal ordena detener a los líderes de dos poderosos grupos de base independentistas, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, en espera de una investigación sobre los cargos de sedición.
Su detención lleva a decenas de miles a protestar en Barcelona la noche siguiente.
21 de octubre: El Gobierno anuncia que aplicará el 155 para forzar las elecciones.
Rajoy toma medidas drásticas para evitar que Cataluña se separe, empleando poderes constitucionales hasta ahora inutilizados para buscar el cese del gobierno de Puigdemont y convocar nuevas elecciones para el Pparlamento catalán. El Senado debe aprobar las medidas.
Unas 450.000 personas participan en una protesta separatista en Barcelona, ??con Puigdemont acusando a Rajoy de protagonizar «el peor ataque contra las instituciones y el pueblo catalán» desde la dictadura de España.
25 de octubre: Puigdemont declina ir al Senado.
Puigdemont rechaza una invitación para ir al Senado para decir por qué quiere la independencia, alegando que no acudió porque Madrid «ya ha anunciado que implementará el Artículo 155 sin importar qué».
Puigdemont llama a una reunión urgente de intercambio de ideas con su gabinete y grupos civiles proindependentistas.
26 de octubre: No hay elecciones anticipadas, dice Puigdemont.
En un discurso muy esperado, Puigdemont dice que consideró convocar elecciones para evitar la aplicación del 155, pero no recibió «garantías» para que esto sea posible.
En las horas previas al anuncio de Puigdemont, se especulaba que disolvería el parlamento y anunciaría las elecciones en un intento por mantener a distancia a Madrid.
27 de octubre: Adquisición v. Independencia.
En presencia de Rajoy, los senadores se reúnen para adoptar medidas drásticas para tomar el control de Cataluña: aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Rajoy le pide al Senado el visto bueno para cesar a Puigdemont y su ejecutivo en un intento por detener su campaña de independencia.
En respuesta, los partidos separatistas catalanes presentan una resolución en el parlamento regional en la que buscan declarar la independencia de España.
«Declaramos que Cataluña es un estado independiente en forma de república», dice el comienzo del proyecto de moción elaborado por legisladores separatistas, que tienen una mayoría en el parlamento regional.
Miles de activistas se reúnen fuera del parlamento catalán para jalear a las fuerzas independentistas y animarles a que no den marcha atrás.
Rajoy también dijo que usaría los poderes para convocar elecciones para la región dentro de seis meses.
Si se invoca el artículo 155, sería la primera vez en cuatro décadas de gobierno democrático desde 1978.
El presidente catalán, Carles Puigdemont, descartó el jueves una elección anticipada por temor a que desencadene violencia.
