Los albenses que acudan estos días a visitar a sus difuntos en el cementario de Alba de Tormes se encontrarán con un recinto renovado y con mayor accesibilidad para personas con movilidad reducida.
La entrada principal y los accesos a los cementerios viejo y nuevo se encontraban pavimentados con varios escalones de cantos rodados, bordillos y losetas de granito en mal estado. Al ser peldaños de gran longitud, dificultaban el acceso a las personas con movilidad reducida. Para erradicar estos problemas, se han eliminado las barreras arquitectónicas existentes dotando de accesibilidad la entrada principal y accesos a los cementerios mediante rampas, utilizando materiales idénticos a los existentes.
También se han realizado dos baños adaptados para personas con movilidad reducida en una zona inutilizada y con bastante deterioro. Se han reconstruido todo el interior de dicha zona además de colocar sanitarios, de acuerdo con la normativa vigente.
La cubierta del porche de la capilla del cementerio viejo se encontraba en mal estado con bastante flexión en su punto central con el consiguiente peligro. Las obras han consistido en la sustitución de cubierta por una nueva con cuartones y vigas de madera laminada y tablero de tipo “Termochip”. Finalizando con cobertura de teja curva de cerámica.
Se ha pintado el cementerio en su totalidad: fachadas, porche de entrada, edificaciones, muros exteriores e interiores, capillas, barandillas, farolas y rejas exteriores.
Por último, en el muro exterior que rodea la entrada del cementerio se han retirado gran cantidad de residuos orgánicos acumulados y setos secos en mal estado, permitiendo así la visibilidad de la valla que corona el muro exterior. Además, se han retirado escombros y rastrillado el talud perimetral.
