Jesús Málaga, presidente del Centro de Estudios Salmantinos, y La Crónica de Salamanca inician una serie sobre monumentos, rincones, rutas y lugares ‘escondidos’ de nuestra ciudad bajo el título de: Salamanca, de la sombra a la luz
La Aceña del Tormes compartía pesquera con la Harinera El Sur, hoy es el Casino de Salamanca, cuando esta fábrica de harinas se construyó a finales del siglo XIX, concretamente en 1881. No obstante, Harinera El Sur se edificó sobre las ruinas de un molino de máquina con un perfil bastante similar al de una Casa Albercana, cuyo trabajo está documentado a finales del siglo XVI.
De esta misma época, finales del siglo XV, datan los primeros conocimientos de la Aceña del Arrabal, que es la edificación que nos ocupa en este reportaje de la serie Salamanca: de la sombra a la luz.
La Aceña del Arrabal, tal y como la conocemos hoy en día, se erige sobre las ruinas de otro molino, cuya primera mención escrita data de 1499, haciendo referencia a una crecida del Tormes anotada en Santa Bárbara -4 de diciembre de 1498-.
No ha sido la única vez que este molino ha sufrido una inundación. El Adelanto recogía en una noticia fechada el 23 de diciembre de 1909, que el Tormes había invadido corrales y dependencias de la zona del Arrabal y el molino situado enfrente de la Harinera El Sur.
De molino a una central hidroeléctrica
Casi un siglo después, el 9 de enero de 2004 se publicaba en el Boletín Oficial de la Provincia de Salamanca el anuncio de la Confederación Hidrográfica del Duero por el que sometía a Información Pública la solicitud de autorización de Aprovechamiento de Aguas, la Declaración de Utilidad Pública y el Estudio de Impacto Ambiental de una central hidroeléctrica promovida por la empresa Gruposa en el cauce del río Tormes, a su paso por la ciudad de Salamanca, en la conocida Aceña del Arrabal, que cruza el río entre la antigua fábrica de Harinas El Sur -Casino del Tormes- y un molino derruido en la margen izquierda, en las proximidades de la Iglesia de la Santísima Trinidad del Arrabal, donde se ubicaría la turbina y el edificio de la central.
La central hidroélectrica no se llegó a construir. Numerosos movimientos ecologistas se opusieron a ello «presentado alegación al proyecto agresivo, dadas las afecciones irreversibles a la biodiversidad ribereña y a su imagen, al considerar esta zona como el espacio natural más importante para la ciudad de Salamanca».
Pasado este ‘chaparrón’ de información. El inmueble cayó de nuevo en el olvido y la maleza campó a sus anchas hasta que en marzo de 2015, el desmoche de la isla del Tormes, adyacente al Puente Romano, permitió contemplar plenamente la Aceña del Arrabal, que hasta ese momento ocultaba la vegetación que lo invadía todo aprovechando el descuido del paraje.
A raíz de esta limpieza de la vegetación, la Asociación ‘Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio’ denunció ante las administraciones competentes la situación de abandono e inseguridad en que se encuentra la Aceña del Arrabal.
‘Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio’ solicitó hace dos años a las autoridades a instar a la propiedad a mantener el inmueble en condiciones adecuadas de conservación, salubridad, ornato y seguridad de acuerdo con la legislación vigente en materia de urbanismo y de patrimonio y que, mientras esto no ocurriera, se establecieran medidas de seguridad provisionales para la protección del bien y para evitar el acceso indiscriminado al mismo. Actualmente, no se puede acceder al interior de la Aceña porque hay una puerta que impide entrar en su interior.
Además, la asociación alentaba al Ayuntamiento de Salamanca a que se interese por este bien patrimonial y su puesta en valor, animando a la iniciativa privada o logrando una cesión del inmueble, con el fin de dotar a Salamanca de un nuevo y singular atractivo patrimonial, cultural y turístico, con carácter expositivo o didáctico, tal y como apunta el Plan General de Ordenación Urbana.
Un bien con protección integral
Esta Aceña se encuentra inscrita en el ámbito central del propuesto Plan de Gestión Integral de la Ciudad Vieja de Salamanca, en el ámbito del anulado Plan Especial de Protección del Río Tormes y Arroyo Zurguén y en el entorno del Bien de Interés Cultural “Puente Romano”.
Este inmueble está catalogado en el Plan General de Ordenación Urbana de Salamanca (ficha EE-3) con protección integral, al tratarse de un bien del siglo XV, posteriormente reformado, con sillería y mampostería de piedra y fábrica de ladrillo, singularizado por su forma de proa para la canalización del agua hacia el molino.
2 comentarios en «El Tormes la ‘besa’ desde hace más de 400 años»
Quizás nos esté faltando a todos imaginación para compatibilizar los ingresos empresariales con el mantenimiento del patrimonio.
La imaginación al poder…decíamos los del Mayo del 58…ya que aunque nacimos un 29 de Abril, los primeros días al llegar aquí…ni nos enterábamos de lo que pasaba.
¿Hablamos?…
Todo menos dejar que las cosas se pudran con el tiempo.
Estoy de acuerdo en respetar y fomentar un bien común para seguir enriqueciendo el gran patrimonio cultural histórico de Salamanca.