[dropcap type=»1″]E[/dropcap]n Ciudad Rodrigo fuimos recibidos por el alcalde, Miguel Cid Cebrián, que estaba acompañado de miles de mirobrigenses. Por la tarde se realizó una ofrenda floral, seguida de un responso y del lanzamiento de una descarga de fusilería. La jornada fue fría y en el camino desde Salamanca se accidentó una tanqueta. Los vecinos de Muñoz salieron al encuentro del cortejo militar con pancartas solicitando para su pueblo los restos de su paisano.
En 1981, en la Plaza Mayor de Salamanca se esculpieron tres nuevos medallones a otros tantos personajes de la historia de Salamanca: Julián Sánchez, el Charro, Lord Wellington y san Juan de Sahagún. El Ayuntamiento prometió el 28 de julio de 1812 dedicar un medallón de su ágora a la figura de Wellington, héroe y libertador de la Guerra de la Independencia. Al llegar a la alcaldía, Salvador Llopis, archivero municipal, me informó del incumplimiento del acuerdo plenario y, de inmediato, me dispuse a acometer lo que mis antecesores habían dejado en el olvido. Historiadores amigos me informaron entonces de que gran parte de la destrucción de Salamanca se la debemos a los ingleses y a la explosión del polvorín de la calle de la Esgrima. Por tanto, es injusto culpar de todos los desafueros a los franceses. Para juzgar hay que saber que la historia la escriben los vencedores.
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