Trabajadores del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca se han concentrado este miércoles ante la puerta del Hospital Virgen de la Vega para protestar por la nueva cocina de línea fría que se va a instalar en el nuevo hospital. Esta cocina, que se basa en la utilización de alimentos congelados, mermaría la calidad de las comidas de los pacientes y disminuiría el número de trabajadores del Hospital.
Bajo el lema “aquí está, viene ya, la comida congelá”, decenas de trabajadores del Hospital han protestado por la cocina de línea fría que se planea instalar en el nuevo hospital.
“El mayor beneficio que saca es que se trabaja con un 30% menos de personal”, ha declarado Miguel Rivas, pinche de cocina. Los empleados actuales quieren saber qué va a pasar con ellos cuando esa cocina se implante y cuáles serán sus nuevas condiciones laborales.
Esta cocina no solo afectará a la situación laboral de los trabajadores, sino que tendrá su efecto en la calidad de los alimentos que se sirven a los pacientes. “No es lo mismo comer las cosas al momento de hacerlas que después de un proceso de congelado y regenerado”, han criticado. Además, se suprimirán alimentos importantes de la dieta que no son compatibles con este tipo de cocina.
A esto se le suman otra reivindicaciones de la plantilla, que aseguran que tiene problemas desde hace mucho tiempo. No se sustituyen jubilaciones, no salen plazas y cada vez son menos personas por turno. Denuncian que la Junta de Personal y la dirección les ignoran cada vez que plantean estas cuestiones. Aseguran que han intentado hablar con el responsable de RRHH, pero que “ha habido un hermetismo muy claro, no han querido darnos información, todo con noticias muy ambiguas”.
El Virgen de la Vega ha reducido su personal un 50% en los últimos 10 años. Actualmente, son en torno a 180 personas en los tres hospitales del Complejo Asistencial, por lo que piden que se respeten el número de plazas que tiene que haber por Ley.
Texto y foto: Paula Castro Morán