El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha fallecido este sábado a los 66 años en Buenos Aires (Argentina) debido a una infección renal que se complicó de forma repentina y acabó con su vida.
Maza, que era diabético, tuvo que ser ingresado en una clínica de Buenos Aires tras sentirse indispuesto mientras participaba en la reunión de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (AIAMP) este miércoles y jueves. Después tenía previsto entrevistarse con su homólogo argentino y luego viajar a Uruguay.
Una vez ingresado los médicos señalaron que su estado era grave, pero nada hacía temer que en pocas horas se complicaría y la infección se generalizó.
Su fallecimiento fue confirmado primero por el ministro de Justicia, Rafael Catalá, en su perfil de Twitter «Descanse en paz. Un extraordinario jurista y servidor público. La justicia y el derecho pierden a uno de sus más destacados profesionales».
Maza, que durante el año que llevaba en el caego ha tenido que lidiar el desafío independentista, fue reprobado por el Congreso por considerar que había favorecido al Gobierno en las investigaciones del ‘caso Lezo’.