La asociación Fevesa ha hecho una liberación masiva de libros este sábado en la Plaza de los Bandos. Esta iniciativa, que procede del programa internacional BookCrossing, persigue el fomento de la lectura, así como darle una segunda vida a esos libros que están abandonados en cajas y estanterías. Se trata de coger un libro de forma gratuita para, después de leerlo, dárselo a otra persona o dejarlo en la calle.
Fevesa lleva más de dos años participando activamente en un programa global denominado BookCrossing. Este sábado han hecho una una liberación masiva de libros en la Plaza de los Bandos. En todo el tiempo que la asociación ha estado realizando esta actividad, ya han liberado en torno a 4.000 ejemplares, que han acabado en lugares como Barcelona o, incluso, Bruselas.
“Lo que pretendemos con esto es hacer del mundo una biblioteca”, ha afirmado Chema Collados, representante de Fevesa, “todos esos libros que tenemos normalmente en cajas o en trasteros, que no vamos a volver a leer, ponerlos a disposición de otra persona para que los lea”. Todos los libros que se liberan tienen un número asignado para poder saber el seguimiento de ese libro a través de la página web del programa. Es decir, un libro que se coge en Salamanca puede aparecer el día de mañana en Madrid o Barcelona.
El principal objetivo que se persigue con esta iniciativa es, según Chema Collados, “darle una nueva vida a esos libros, con el único compromiso teórico de que, una vez cogido, se le tiene que dar a otra persona o se tiene que dejar en la calle”. Pero, además, “este tipo de iniciativas fomenta la lectura y, por tanto, fomenta la venta de libros. Es algo que no está en contra de las librerías, sino todo lo contrario”, ha manifestado.
Se liberan de todo tipo de libros, aunque la mayoría de ellos son novelas, algunas de ellas muy actuales. “Es lo que más lee la gente y lo que más coge”, ha explicado el representante de Fevesa. Las novelas son lo que más éxito suele tener, pero a la gente le gusta aprovechar para coger clásicos de la literatura que nunca han leído.
Texto y fotos:Paula Castro Morán