CCOO y UGT han acusado al Gobierno de «desidia» y de promover con ello el desmantelamiento del Servicio Postal Universal y la inviabilidad de Correos, puesto que ha recortado a la empresa pública en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) dos tercios de la financiación en el Servicio Postal Público prestado a los ciudadanos.
Además, el Plan Estratégico está bloqueado y, con ello, la diversificación necesaria de la actividad de Correos en vía muerta, la paralización de los proyectos en marcha relacionados con el e-commerce y la paquetería, está poniendo en riesgo de pérdida los acuerdos previstos con grandes clientes como Amazon o Alibaba.
En el ámbito social, se mantiene “congelado” el convenio y acuerdo colectivos desde hace casi cuatro años con una importante pérdida de poder adquisitivo a lo que hay que añadir el desmesurado recorte de plantilla realizado durante los últimos ocho años que están provocando acumulaciones de objetos postales y retrasos importantes en la entrega.
De perpetuarse la inacción gubernamental, los sindicatos CCOO y UGT advierten que las consecuencias serían «dramáticas e irreversibles». Esta situación descrita refleja «una ceguera alarmante del Gobierno y puede llevar a situar y condenar a Correos a ser una empresa pública residual, ineficaz e ineficiente, con un déficit del que difícilmente podría recuperarse y con pérdida paulatina de miles de empleos, de reducción de puntos de atención a los ciudadanos lo que perjudicaría la regularidad y calidad del servicio postal público prestado a millones de ciudadanos y empresas».
En la provincia Salamanca, en concreto, el recorte de la financiación y el bloqueo del plan Estratégico se traducirían a futuro en 90 empleos menos, y una clara e inmediata desatención de poblaciones cómo Béjar, Tamames, Ciudad Rodrigo, Guijuelo, Peñaranda, Vitigudino, Alba de Tormes, Villares, Villamayor y Santa Marta, las primeras en notar el recorte.
CCOO y UGT han apremiado al Ejecutivo para que rectifique de inmediato su “pasotismo” o de lo contrario, iniciarán un proceso de movilización «gradual y ascendente» abierto a otras organizaciones sindicales del ámbito postal que, en su fase inicial, abarcaría entre finales de año y principios del que viene para exigir una apuesta clara por Correos como operador postal, logístico, financiero y diversificado, reforzando su papel vertebrador de la cohesión social y económica del país que debería posibilitar que Correos retomara su papel histórico como referente de calidad de servicio público para millones de ciudadanos y empresas.