El nuevo rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, dijo este miércoles que durante su mandato con se producirá una ruptura con la etapa anterior.
Señaló que su primera impresión sobre la herencia recibida «es muy positiva. La casa está en orden. La institución ha sido bien gestionada y por eso agradecemos la labor de Daniel Hernández Ruipérez y su equipo», señaló, volviendo a destacar el papel de su antecesor en el cargo durante los últimos ocho años.
Rivero agregó que la administración de la Usal «tiene una estabilidad que no se verá alterada por el nuevo equipo de Gobierno», y anunció la incorporación de «personas e ideas» de las candidaturas rivales en la carrera por el rectorado.
Al encontrarse una situación económica «muy saneada» Rivero podrá elaborar unos presupuestos para 2018 «más expansivos, apostando por las medidas del programa electoral, pero con prudencia y después de conocer en enero la ejecución del presupuesto de 2017. Ahora podremos hacer cosas que los años de atarás no fueron posibles». Y es que la parte que antes se dedicaba a amortizar deuda se puede destinar a otros capítulos, como la consolidación de la plantilla y rejuvenecerla o reducir la parte de las tasas que depende de la Usal».
Volvió a mostrar su implicación con el parque científico (ya se ha reunido con algunos empresarios instalados en él que le hicieron llegar los problemas de parking y transporte) y por supuesto, con el VIII Centenario, en el que quiere implicar a más empresas y que abrirá a la sociedad, instituciones y mundo económico.