[dropcap type=»1″]E[/dropcap]n junio de 1983 el rector de la Universidad de Salamanca, Pedro Amat, anunció públicamente que su institución concedía al Ayuntamiento de Salamanca la Medalla de Oro. Pedro fue un magnífico profesor de Anatomía. Tuve la suerte de pertenecer a su primera promoción. Todos sus alumnos, sin excepción, guardamos un grato recuerdo de sus clases y de su dedicación a la docencia. Recibí de sus manos la distinción. Ayuntamiento y Universidad unidos en un espacio único, la ciudad de Salamanca, donde no siempre las relaciones fueron buenas.
He de dejar constancia de que en mis doce años en la alcaldía he conocido a muchos rectores, y con todos ellos colaboré. Los salmantinos somos conscientes de que la Universidad es la esencia de nuestra ciudad, sin ella es imposible explicar nuestra historia. Con Pedro Amat firmamos el convenio para la construcción del Palacio de Congresos, y con Julio Fermoso e Ignacio Berdugo acordamos el desarrollo urbanístico de los campus universitarios.
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