Tenebrón recibió entre aplausos y vítores a Melchor, Gaspar y Baltasar en el multiusos del municipio.
Allí se refugiaron después del largo peregrinar para calentarse y recuperar el aliento debido a la intensa lluvia que los acompañó durante toda la cabalgata real.
A su llegada, los pequeños entusiasmados los esperaban con mucha ilusión, ya que en las alforjas llevaban regalos con sus nombres, que fueron repartiendo a cada uno de ellos.
Pero, no solo había presentes para los menores de la casa, los Magos de Oriente se acordaron del acompañamiento y los obsequiaron con un chorizo a cada una de las personas que se acercaron para saludarlos.