[dropcap]L[/dropcap]os últimos meses la sanidad de Castilla y León ha atravesado una situación de impasse, aunque las reivindicaciones ciudadanas se hayan atemperado, que no desaparecido, como lo demuestra la manifestación convocada ante la consejería de Sanidad en Valladolid el sábado 20 que, en este caso, cuenta con el apoyo de instituciones oficiales como el propio Ayuntamiento de Valladolid.
Es tiempo de un gran acuerdo sanitario que permita recuperar el terreno perdido durante la crisis. Los partidos políticos, todos, deberían hacer un ejercicio de responsabilidad y fijar las prioridades sanitarias para los próximos años, que deben pasar inexcusablemente por incrementar la inversión, recuperar recursos perdidos por el camino, tanto físicos como humanos, y situar de nuevo a la sanidad castellano leonesa en el tren del progreso que, aunque muchos quieran negarlo, ha perdido hace tiempo.
Los ciudadanos lo notan en el tipo de asistencia que reciben, y son muchos miles cada día los que precisan de atención en cualquier servicio sanitario de nuestra comunidad y son testigos concretos de cómo están las cosas, por lo que difícilmente se les puede engañar, y los profesionales lo notan en tanto en cuanto tienen dificultades para mantener la calidad de la asistencia que prestan, y muchas más dificultades aún para incorporar nuevas prestaciones que se han introducido en otros hospitales españoles hace mucho tiempo.
Viene esta columna a propósito del comentario de un compañero médico que me decía a este respecto, después de haber estado recientemente en otros hospitales españoles y portugueses, que estamos, … en el culo del mundo. Por cierto, es exactamente la frase más utilizada por muchos profesionales para referirse a la situación.
Igual que aseguran unos que el Rector Miguel de Unamuno, o Pio Baroja según otros, decía hace muchos años que el nacionalismo se cura viajando, saber dónde está exactamente nuestro sistema sanitario se comprueba comparándonos con otros hospitales, y les aseguro que no salimos precisamente bien parados. El intercambio de información con profesionales de otros centros nos permite saber dónde están ellos y donde estamos nosotros, profesionalmente hablando.
Es indudable que se necesita una inversión muy seria en sanidad para acercarnos algo a esos otros hospitales de los que hablaba mi compañero. Planes grandilocuentes, sin recursos añadidos, no van a solucionar los problemas que tenemos, pero tampoco engañan ya a nadie.
Dentro de un año se celebran elecciones autonómicas y es una buena oportunidad para que los partidos presenten un programa sanitario que permita a la sanidad castellano-leonesa ganar el futuro y, si antes consiguieran pactar un plan urgente de intervención, sería excelente. No debería ser difícil ya que todos ellos afirman defender la sanidad pública. En este caso deberían procurar que no hubiera diferencias del dicho al hecho. Si así lo hicieran que los ciudadanos se lo premiaran y si no…se lo demandaran (o eso sería lo lógico).