Justo delante de la tienda Yoigo en la acera de la calle María Auxiliadora hay un banco para sentarse. Parece imposible que un vehículo pudiera entrar por el hueco que hay entre un árbol, el cuadro eléctrico y el banco y destrozar la luna del escaparate.
Lo que parece increíble, ocurrió pasadas las 3.00 de la madrugada de este martes. Los responsables del establecimiento se enteraron a las 5.00 horas. «Desde entonces estoy aquí. No sabemos aún lo que nos han robado, pero bastante», comenta.
Los vecinos se acercan a consolar y animar a los dueños, que miran perplejos e incrédulos a las 9.20 horas cómo la luna del escaparate yace destrozada en el suelo. «Pasa, no se va a romper más». Le dicen a una de las amigas que ha querido darles un abrazo.
Varios agentes de la Policía se personaron alrededor de las 9.30 horas para tomar fotografías y huellas.
Los paseantes al ver el escaparte destrozado, preguntaban qué había ocurrido, y al igual que los dueños, no podían creer que por ese espacio hubiera entrado un vehículo, impactado contra el escaparate y robado los dispositivos móviles. «Pero, si es que además hay un buen bordillo».