A eso de las 10.00 horas comenzaron a sonar los primeros pitidos de los claxón de las vespas y poco a poco fueron entrando en la Plaza Mayor.
La quedada era entre las 10.00 y las 11.00 horas y una vez que los ochenta inscritos estuvieran en el ágora salmantinos, rumbo a Alba de Tormes.
La villa ducal es la segunda parada de este intenso fin de semana de buen ambiente, camaradería y recuerdos, porque los socios de Vespa Club Salamanca y Vespobrecillos. Así como los amantes de esta moto llegados desde Portugal o Asturias, entre otras localidades. Todos ellos tienen en sus memorias anécdotas y ocurrencias para Andrés Sánchez Boyero, uno de sus compañeros de viaje que recientemente falleció y al que le rinden este homenaje.
La jornada del sábado incluye una comida de fraternidad y una visita al museo de Automoción de la ciuda.
Este domingo, 4, es el día grande. La VII Subida a la Covatilla en vespa incluye el descubrimiento de una placa con el nombre del compañero al que le dedican la ‘hazaña’ y uno de los promotores de subir al pico más alto de la provincia en esta moto tan yeyé.
Además, los motero disfrutaran de una ruta por Navacarros, Candelario, El Castañar y Béjar, donde tendrá lugar la comida.