[dropcap]E[/dropcap]l 19 de abril de 1983 se inauguró el mayor parque urbano de Salamanca, la Huerta de los Jesuitas. A trescientos metros de la Gran Vía surgió un jardín que venía a sumarse al Campo de San Francisco construido en el siglo XVIII y la Alamedilla, la gran zona verde del XIX.
Había nacido el gran parque salmantino del siglo XX. Fue un día ventoso y frío. A las once de la mañana abrimos las puertas. Me acompañaba José Luis Martín, recién nombrado gobernador civil por el Gobierno de Felipe González.
En el parque nos esperaban el grupo de coros y danzas de la Tercera Edad de Garrido, y jugando a la petanca un grupo de personas mayores.
Distribuidos por el parque charangas y talleres de pintura, teatro infantil, marionetas, se respiraba alegría por el estreno. Los salmantinos habían tenido ocasión de ver la huerta en bruto en una jornada de puertas abiertas cuando la adquirimos en 1979, pero ahora era otra cosa, inaugurábamos un parque hecho y derecho.
Para que nos demos cuenta de lo que supuso aquel día para los salmantinos quiero remitirme a un dato: sesenta mil personas, según cálculos de la Policía Municipal, fueron a visitar el parque el mismo día de su inauguración.
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