El libro de Colette y Jean -Claude Rabaté, ‘En el torbellino: Unamuno en la Guerra Civil’ presentado en el Centro de la Memoria Histórica, retrata a Salamanca que en 1936 era el cuartel general de los insurrectos. En este ambiente, Unamuno, efímero concejal y rector controvertido del bando rebelde, es un espectador impotente de los desastres de la guerra que comienza y víctima de la propaganda.
Se da cuenta muy pronto de un doloroso ‘examen de conciencia’ que cristaliza en su breve intervención del 12 de octubre de 1936 frente al general Millán Astray.
Castigado y vigilado por ‘los hunos’ y ‘los hotros’, en medio de un torbellino de violencia, el viejo catedrático de griego vive entonces un doloroso y solitario exilio interior en su casa de la ciudad, con una sola escapatoria: la escritura de ‘El resentimiento trágico de la vida’, de cartas y de poemas hasta su fallecimiento el 31 de diciembre de 1936.
El libro analiza la reconstrucción que, a partir de los años sesenta, mitifican o no el 12 de octubre de 1936, fecha fundadora que cataliza el enfrentamiento de dos memorias: una, heredada de los valedores de la historia cultural republicana, y otra, la historia oficial de la dictadura de Franco.