La pesadilla de los vecinos de la calle Maestro Lidón 1-7, bloque conocido como el ‘matadero 2’, en el barrio de San José, parece no tener fin.
Tras décadas sin tener agua potable en sus casas porque las tuberías estaban hechas de metal y el agua que pasaba por ellas no era apta para el consumo, han visto por fin cómo la Junta (son viviendas sociales del Ejecutivo regional) ha cambiado las conducciones y ahora todas las casas tienen el servicio de agua corriente potable. También se han arreglado los garajes y la plaza pública.
Pero hete aquí que ahora hay que pagar el agua, y ha surgido otro problema.
Hay 92 viviendas, pero solo pagan la comunidad los ocupantes de 40. En la actualidad hay un contador comunitario y Aqualia pasa el recibo trimestral a la comunidad de propietarios, de forma que los 40 que pagan religiosamente deben poner de su bolsillo lo suyo y la parte que dejan sin abonar los vecinos aprovechados entre los que hay cuatro viviendas sociales de la Junta y el resto ‘okupados’.
Los que pagan consideran injusto que deban abonar también la parte de los otros, porque Aqualia cobra el recibo por el consumo global del bloque y luego que sean los vecinos los que se entiendan entre ellos. Y, claro, cuando hay okupas y jetas, no es posible.
Por eso, quieren que se instalen contadores individuales para que cada uno se entienda directamente con Aqualia por su propio consumo. La Junta (es la promotora del bloque) quiere instalarlos, pero a la empresa no le conviene demasiado.
Los que ya pagan lo suyo dejarían de poner lo que gastan lo morosos y gorrones, y creen que por eso a Aqualia no le interesa que se instalen los contadores individuales, porque conoce el problema. Ahora, con el contador comunitario sabe que si no se paga el recibo todos se quedan sin agua. Y la comunidad de propietarios paga. De manera que se enquista el problema de los vecinos que cumplen con los aprovechados.
Si Aqualia admite los contadores individuales y desactiva el comunitario sabe que es ella quien tendrá que lidiar con los 52 jetas del bloque. «Y nos pide que para poner los contadores individuales juntemos las firmas de los 92 vecinos, pero es imposible, porque los que no pagan no van a firmar la solicitud», explica uno de los vecinos afectados (de los que pagan). «No hay ninguna ley que obligue a juntar las firmas de todos los vecinos para poner los contadores individuales. Para Aqualia es más cómodo uno solo y cobrar todos los meses, y si hay tres impagos cortar el agua al bloque», relata con cierta impotencia.
Es como coger de rehenes a los 40 que cumplen para garantizarse el cobro de toda el agua que se consume en el bloque, mientras los morosos siguen a lo suyo.
Aqualia dice que la próxima semana «verificará» la instalación.