Los medios locales informaron sobre la muerte de Capitán, el perro que durante más de una década veló la tumba de su amo en Villa Carlos Paz, en la provincia de Córdoba, en Argentina.
“Nunca vi una cosa tan fiel”, explica Marta Clot, florista del cementerio, que lloraba al recordar a Capitán, que con 16 años, tenía dificultades para moverse ya que había perdido parte de la visión.
Capitán, perro mestizo con algo de ovejero alemán, aparecía muerto en el baño del cementerio. El director del cementerio, Héctor Baccega, contó en el año 2012, que este fiel compañero fue un regalo que Miguel Guzmán le hizo a su hijo Damián en 2005, que al año siguiente Miguel falleció y el perro desapareció de la casa familiar, para regresar al poco tiempo y quedarse en la calle, cerca de la vivienda durante unos días. Después, desapareció de y la familia pensó que había muerto o había sido adoptado por otra gente, hasta el día en que fue encontrado en el cementerio, sobre la tumba de Miguel.
«Yo estaba fuera con mi puesto de flores. Me creía que venía escapando de la pirotecnia, pero no. Buscaba refugio. Empezó un día a olfatear, ir y venir… y después vino la dueña y le dije: ‘¿es tu perro? Seguro que le viene buscando a Miguel, me contestó», relata la florista a Teleocho Córdoba sobre la llegada del perro al cementerio, en 2007.
Los que frecuentan el cementerio afirman que Capitán deambulaba por el lugar y al atardecer buscaba la tumba de su amo para dormir. «Le faltaba el habla nada más, era un dulce total», dice la mujer que lo alimentó y se hizo cargo de darle la medicación hasta la muerte del animal.
La intención es que Capitán, que vivió gran parte de su vida en el cementerio, descanse en este lugar. No obstante, es necesaria una autorización de las autoridades locales para ello.