[dropcap]T[/dropcap]ransversalidad es una palabra de actualidad que, sin embargo, no está recogida, sensu stricto, en el diccionario de la RAE. Este se recoge la palabra transversal, para referirse a aquello “que se halla o extiende atravesado de un lado a otro“ y el María Moliner lo recoge como aquello “que afecta o pertenece a varios ámbitos”.
Son ejemplo de movilizaciones transversales las mareas verdes, blancas, y más recientemente de pensionistas o mujeres. Este tipo de movilizaciones han dejado a un lado las clásicas reivindicaciones lideradas por sindicatos o partidos, para asumir la defensa de intereses que afectan a la mayoría de la población, o al menos a colectivos muy amplios, y surgen en defensa de derechos sociales que se consideran en riesgo por los recortes derivados de la crisis, como la calidad de la educación pública, la asistencia sanitaria, las pensiones, o muy recientemente la discriminación profesional y social de las mujeres.
De forma tradicional las reivindicaciones se canalizaban a través de estructuras estables y organizadas como sindicatos o partidos que, además de ofrecer su organización a tal fin, “encauzaban” las movilizaciones para no poner en riesgo el sistema establecido. Incluso en una situación de reconversión social tan dura como la que hemos vivido, una parte importante de la población ha estado desmovilizada y siente que este tipo de organizaciones han abandonado la defensa de los intereses sociales de la mayoría,y que sus formas tradicionales de lucha no responden tampoco a la situación actual.
El empobrecimiento y la pérdida de derechos, junto a los anuncios reiterados y triunfalistas de que estamos saliendo de la crisis, pero sin que se observe que los beneficios del crecimiento económico llegan a las clases populares, junto a la pérdida del miedo por tener poco (o nada) que perder, explican el crecimiento de este nuevo fenómeno social reivindicativo, de carácter más asambleario que sindical y que pretende el empoderamiento colectivo.
Otra característica que se ha puesto de manifiesto recientemente es el cambio de rol que se ha producido en colectivos que hasta hace poco se consideraban desmovilizados. Pensionistas, jóvenes y mujeres son ejemplos de colectivos transversales que han decidido echarse a la calle y ser protagonistas del cambio, recuperando las movilizaciones masivas en la calle y el uso de las nuevas tecnologías como instrumentos de presión política sobre los gobiernos.
Es pronto aún para conocer el alcance de este tipo de movilizaciones y la trascendencia final que tendrán en forma de cambios sociales efectivos.