Curiosa historia la que se vivió el pasado fin de semana en Navarra. Y es que la Policía Municipal de Pamplona pilló a un hombre que iba bebido al volante mientras realizaban un control. Al no poder continuar conduciendo, el hombre llamó a su mujer por teléfono para que fuera a buscarle.
La mujer llegó en camisón al lugar. La sorpresa que se llevó la Policía fue que ella también superaba la tasa máxima de alcohol permitida.
Finalmente, ella también denunciada y ninguno de los dos pudieron regresar conduciendo a casa.
No fueron los únicos. La Policía Municipal de Pamplona detuvo hasta a nueve personas por conducir bajo los efectos del alcohol o sin permiso de conducción, además de a otras dos personas por delitos de exceso de velocidad y de lesiones por imprudencia.
La Policía tuvo una semana intensa en la que detuvieron a una persona cada día excepto el sábado, que fueron cuatro.