El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha instado a la comunidad educativa a hacer todos los esfuerzos necesarios para que, sin ninguna fisura en la calidad educativa, se evite cualquier perjuicio a los alumnos de Castilla y León mientras no se fije una misma prueba y unas mismas reglas para todos.
Con el modelo actual se producen situaciones que pueden generar frustración. Muchos estudiantes de Extremadura obtienen notas más altas que los aspirantes a entrar en la universidad de Castilla y León, se sospecha que porque los exámenes son más sencillos en la comunidad vecina, y pueden tener más fácil matricularse en la Usal que los propios salmantinos u otros castellanos y leoneses, como así está sucediendo desde hace años. Una prueba igual para todos, evitaría tener distintas varas de medir, según la región donde se realice la prueba de acceso.
Herrera considera urgente la implantación de una prueba de acceso a la Universidad «única, común y simultánea en todo el territorio nacion», tal y como se viene demandando desde Castilla y León en repetidas ocasiones. “Solo así podrá evitarse la locura que representa un distrito universitario único, pero con 17 pruebas de acceso muy diferentes en dificultad, partiendo además de sistemas educativos en las Autonomías muy distintos en exigencia y resultados”, ha aseverado.
Si bien el presidente de la Junta ha reconocido que los pactos de Estado en materia de Educación en general parecen hoy más lejanos que nunca, ha insistido en que la falta de ese pacto nacional para una prueba común de acceso a los estudios universitarios no debería penalizar y discriminar a los alumnos de Castilla y León, que acreditan ser precisamente los mejores de España en todos los informes y evaluaciones que se realizan.
En este sentido, ha afirmado que está justificada la alarma de los alumnos y sus familias ante una situación que paradójicamente favorece a estudiantes de Comunidades que menos exigen en sus pruebas, y con ello adquieren incluso un derecho preferente a acceder a una plaza en las universidades de Castilla y León.
Las propias universidades también deberían estar preocupadas, ha señalado, por una situación que puede fomentar la llegada a sus aulas de alumnos mucho menos formados que los de esta Comunidad, pero que han disfrutado de más facilidades en sus respectivas pruebas de acceso.
Por ello, ha destacado que desde la Junta y las autoridades educativas y académicas deben “hacer todos los esfuerzos precisos para, sin ninguna fisura en la apuesta por la calidad educativa, evitar cualquier perjuicio a nuestros alumnos, en tanto no se restablezca el sentido común y la equidad a través de ese pacto que fije una misma prueba y unas mismas reglas para todos”.