Los aficionados al balonmano que se acercaron hasta el pabellón Río Tomes vivieron este sábado con el corazón en un puño, porque el marcador estuvo igualado todo el tiempo. Los de Alberto Martín lo dieron todo frente al segundo clasificado
La igualdad entre los salmantinos y los cántabros se vivió durante todo el encuentro. Tanto es así, que los dos equipos se fueron al vestuario al concluir la primera mitad, con empate a 13 goles en el marcador.
La segunda parte parecía una repetición de la primera. Un gol en una portería y gol en la contraria. Jugados los 15 primeros minutos del segundo tiempo, 21 goles para cada uno de los conjuntos.
A falta de cinco minutos. Iguales en el marcador: 25 goles para salmantinos y otros tantos para los cántabros. Lo dicho: el corazón en un puño. La afición no paraba quieta en las gradas. El apoyo era total a sus jugadores. La entrega de los de Martín también lo era en el terreno de juego. Los salmantinos se dejaron la piel.
Al final tablas de infarto en el pabellón donde los dos equipos metieron y encajaron 25 goles.