El Guijuelo encadenó este miércoles su cuarta derrota consecutiva, incapaz de marcar un solo gol en alguno de sus últimos partidos.
La falta de remate lo condenó en las tres derrotas precedentes, pero este miércoles apenas tuvo opciones ante el Navalcarnero, que pelea por hacer con una de las cuatro plazas del play off por el ascenso.
Y las que tuvo llegaron en la primera parte con el mismo resultado que en las últimas semanas.
Poco a poco la ansiedad se fue apoderando de los locales, que se olvidaron del juego y empezaron a lanzar balones largos y despejes, un fútbol directo que le convenía más a su rival, que estuvo replegado mientras el Guijuelo era capaz de hilvanar jugadas, pero que al ver su atasco, subió la presión unos metros y acabó controlando el partido, con constantes interrupciones y faltas.
En una de ellas, José Antonio puso el balón en la escuadra de la portería defendida por Amador y sumió a los chacineros en la depresión.
Ya son cuatro derrotas consecutivas y sin ver portería rival. Un bagaje que deja a los chacineros más cerca de los puestos de descenso.
Ahora tienen dos salidas consecutivas ante rivales directos por salvar la categoría, el Valladolid promesas y el Pontevedra.