Durante la Semana Santa de 2018, 6 personas perdieron la vida en las carreteras de Castilla y León, una más que en 2017 y la cifra más alta del último lustro, ya que en 2013 solo hubo un fallecido, en 2015 hubo dos, y en 2014 y 2016 hubo cuatro.
En el conjunto del país 30 personas perdieron la vida en 28 accidentes de tráfico ocurridos en vías interurbanas desde que el pasado viernes 23 de marzo a las 15:00 horas comenzara el dispositivo especial de tráfico de Semana Santa que finalizó a las 24 horas de este lunes.
En total, esta cifra supone 3 fallecidos más que el año pasado, en un contexto en el que se ha incrementado el parque de vehículos circulante en más de 900.000 unidades y se ha reducido en 700.000 los desplazamientos de largo recorrido, reflejado en la primera fase de la operación de Semana Santa donde las condiciones climatológicas en una parte importante del territorio nacional no fueron del todo favorables.
Desde el año 2006 se ha producido un descenso continuado del número de fallecidos, con ligeros repuntes, que han supuesto que en 12 años se reduzca en un 71 por ciento la cifra de fallecidos en Semana Santa. La cifra de 2018 es la tercera más baja desde 1960.
Las cinco comunidades autónomas que registraron aumentos fueron Andalucía (+4), Castilla y León (+1), Cataluña (+4), Extremadura (+2) y Galicia (+1). No se registraron accidentes mortales en Asturias, Canarias, Cantabria, Región de Murcia, Comunidad Foral de Navarra, La Rioja y País Vasco.
Por tipo de vía, 22 personas fallecieron en accidentes ocurridos en vías convencionales, frente a las 8 que se registraron en accidentes ocurridos en autovías o autopistas.
Por tipo de accidente, las salidas de vía sigue siendo el tipo de accidente más frecuente, con 13 fallecidos. En colisiones frontales fallecieron 5 personas, cifra idéntica a la del año pasado y 3 murieron atropelladas, 1 más que el año anterior.