Si alguien pensaba que la lluvia iba a dar al traste con la cremá de las fallas salmantinas estaba equivocado.
Una multitud provista de paraguas e impermeables se congregó en la Vaguada de la Palma para presenciar el colofón de la promoción de la fiesta valenciana por excelencia en Salamanca.
Primero ardió (le costó un poco) la infantil, y a las 22.15 la creada por el artista Alex Oliver, con la colaboración del Instituto de Enseñanza Superior de Benicalap, que no se resistió al fuego, a pesar de la lluvia.
Y algo de viento que se llevaba las briznas incandescentes hacia la zona del público, a pesar de que había un buen cordón de seguridad. Un bombero las cazaba al vuelo y las apagaba con pericia, aunque alguna consiguió escapar al manguerazo.
Tras la cremá empezó una sesión de discoteca móvil hasta la una de la madrugada.