Lunes pasado por agua

Lunes pasado por agua más que Lunes de Aguas. Solo los valientes se han atrevido a salir al campo a comer el hornazo, bocadillo, tortilla o la bolsas de aperitivos

Los ojos del Puente Romano se llenaron en cuento comenzaron a caer las primera gotas de lluvia en este Lunes de Aguas. Eso sí, tan pronto llovía, como paraba, como se intuía el sol, pero los jóvenes, que primero colocaron sus mantas sobre la hierba, para después refugiarse mejor en las piedras milenarias.

En esta misma zona, estudiantes eligieron resguardarse debajo del anfiteatro de las pistas de skate y degustar la merienda a ritmo de hip hop.

Dejamos el Tormes, el Puente Romana y la juerga estudiantil, como la que hace siglos debían de correrse los universitarios, pero estos sin esperar a la meretrices y al Cura Putas, y buscamos merenderos en el parque de La Aldehuela, tan familiar otros Lunes de Aguas, y tan desierto éste.

Sólo nos encontramos con varios grupos de jóvenes que se refugiaban en una carpa de un chiringuito. En el parque propiamente dicho, una tienda de campaña.

Y buscando lugares que estuvieran resguardados de la lluvía y sirvieran de zona de juego, aparecimos en el frontón del parque Würzburg, donde también localizamos a varios grupos de chicos y chicas que desafiaron las malas condiciones climáticas.

Todos los grupos de amigos tienen en común la merienda, la ‘bebienda’, las ganas de divertirse y el buen ambiente.

FOTOS. LUNES DE AGUAS