Continúa el procedimiento judicial en el que se investiga la parte política del caso de los ERE en Andalucía. A Juan José Antonio Griñón, expresidente de la Junta de Andalucía, le ha tocado el turno de declarar en la mañana de este miércoles a causa del rechazo de Antonio Fernández, exconsejero de Empleo, de seguir contestando a las preguntas del juez por sentirse “temeroso y aturdido”.
El juez del caso, Juan Antonio Calle, debía continuar el interrogatorio a Antonio Fernández este miércoles, pero admitió que el exconsejero ejerciera su derecho a no declarar. Por ello, Griñán subió al estrado en su lugar.
Durante la instrucción del caso, Fernández aseguró sentirse acosado por la jueza Alaya y manifestó que no se habían respetado sus derechos, por lo que no ratificó sus palabras.
Juan José Antonio Griñán se enfrenta a seis años de pena de prisión más 30 de inhabilitación para el desempeño de sus funciones por presuntos delitos de prevaricación y malversación. Griñán ejerció como consejero de Hacienda de la Junta de Andalucía desde el año 2004 hasta el 2009, tras el cual pasó a ocupar el cargo de presidente de la misma.
Sin embargo, niega conocer con exactitud el programa de las ayudas sociolaborales que la Consejería de Empleo otorgaba, ya que asegura que “no se puede llegar a ese detalle” cuando se es consejero.
También afirmó que ese programa era una parte “insignificante” en el presupuesto total de Empleo y que no conocía al detalle la “multitud de programas” del mismo.
Ante esta manifestación, el fiscal le recordó que ese programa era de mayor volumen económico a excepción del Servicio Andaluz de Empleo. Griñán replicó que eso era como “quitarle el SAS a la Consejería de Salud”. Tras una tanda de preguntas sobre su formación y sus responsabilidades al frente de la institución, el fiscal hizo alusión a las órdenes ministeriales de los años 1994 y 1995.