Empieza la temporada de las graduaciones de los estudiantes universitarios. Ropa, cenas, y fiestas que suponen un nuevo nicho de mercado para la ciudad.
Son muchos los estudiantes universitarios que cada año terminan sus estudios. El cierre oficial lo da su ceremonia de graduación, que comparten con sus profesores, amigos y familiares. Un evento tradicional que reconoce a los estudiantes el haber finalizado su plan de estudios. Pero desde hace aproximadamente una década, esta ceremonia, al menos en nuestro país, empezó a ganar notoriedad, haciendo necesaria una celebración que incluye comidas, cenas, un traje o vestido nuevo, fotografías y regalos ¿Pero cuánto dinero están dispuestos a gastarse los recién graduados?
Betania Macias Rivas, graduada en Criminología por la Universidad de Salamanca, asegura que no gastó mucho dinero en vestuario, unos 100 euros aproximadamente, en comparación con lo que suelen gastar los universitarios: “es una fecha muy importante para muchos, por lo que algunos no escatiman en gastos”, afirma.
Respecto al precio de cenas y barras libres considera que los suyos fueron un tanto excesivos, en relación con la calidad-precio: “me parece cara una cena de 38 euros cuyo menú no se salía muy de lo habitual de un menú ordinario, al igual que una barra libre por 17 euros”, y añade que es fundamental que los negocios den un servicio completo y más cuando el cliente festeja una celebración importante.
En cuanto a la importancia y el cuidado hacia el cliente en una fecha señalada, coincide Alain Saldaña, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca, que considera estas celebraciones muy importantes para el sector en la ciudad, ya que cada vez es más innovador, ha ganado relevancia con los años, y por lo tanto, ha supuesto un nuevo nicho de mercado para la ciudad. “Es importante y debemos cuidarlo ya que eleva la rentabilidad de muchos negocios de la ciudad”, afirma Saldaña.
Desde la Asociación de Hostelería explican que las graduaciones suponen un ingreso para el sector de entre 25 y 30 euros por persona, sobre todo en la restauración, y que también se traduce en un incremento de la ocupación hostelera, con la estancia en la ciudad de familiares y amigos de muchos de los alumnos que provienen de otras ciudades.
Texto: Yeison Alejandro Forero
