[dropcap]E[/dropcap]n la sala de juntas del patronato se conservan algunos de los muebles nobles, aparador y espejos, de la familia del fundador. Asimismo se guardan los retratos de los padres del fundador, de muy buena factura. También se puede observar un lienzo, de regular calidad, en el que se recrea la vida del convento de los canónigos de la Vega.
La riqueza de la fundación en bienes raíces la situaba entre las primeras de España. Poseía varias fincas de cientos de hectáreas en el pueblo salmantino de El Cubo de don Sancho, que en los primeros años de la democracia fueron vendidas a buen precio y con facilidades de pago, a los vecinos y aparceros del pueblo.
La fundación, aún vigente, prestó desde sus orígenes un gran servicio a los inválidos, niños y ancianos de la ciudad y provincia, estas ayudas hacían de Salamanca un lugar privilegiado. La Granja pasó en los años 70 a ser regentada por el Ministerio de Agricultura, ahora Consejería de Agricultura, que utilizó parte de sus terrenos para la investigación agrícola, como lo había establecido el fundador. Durante muchos años los usó para sus investigaciones el profesor Galán, de grato recuerdo para los universitarios de los años sesenta, que aún jubilado pidió mantener sus cultivos experimentales.
Parte de la finca junto al Tormes en la ciudad de Salamanca fue cedida por el Patronato presidido por Mauro Rubio Repullés a Investigaciones Científicas para la edificación de uno de sus centros. También fueron cedidos al Ayuntamiento de Salamanca los terrenos cercanos al río para Parque Fluvial, pero fueron reclamados por el Patronato al cumplirse los años contemplados en la cesión. Posteriormente, se llegó a un acuerdo con el consistorio para la ubicación del Parque de los Jerónimos en los terrenos de la fundación que habían quedado separados, río arriba, por la vía del ferrocarril a Portugal.
Hace ya muchos años se cerró el asilo de ancianos e inválidos y se llegó a un acuerdo con las autoridades educativas para instalar un instituto de bachillerato y otro de formación profesional. Las últimas transformaciones de la finca del Patronato fundado por Vicente Rodríguez Fabrés se han llevado a cabo con la construcción del puente Príncipe de Asturias y sus accesos, y con la instalación de una nueva puerta de entrada al recinto.
Hasta aquí la historia de una fundación que atendió con criterios modernos, no conocidos en la España de principios de siglo, la asistencia a los discapacitados.
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