Gallegos de Argañán entona este domingo su particular ‘pobre de mí’ al finalizar las celebraciones de la Romería del Cristo de la Exaltación, que año tras año, acoge a numerosos devotos y aficionados a lo encierros tradicionales a caballo
Como es tradición, los festejos en honor del Cristo tienen, además del aire religioso, comprenden un cariz taurino muy apreciado, valorado y seguido por cientos de personas que se acercan hasta Gallegos de Argañán, de la comarca de Ciudad Rodrigo y del otro lado de la frontera portuguesa, a disfrutar de los tradicionales encierros a caballos, espectaculares esta primavera por la belleza de los parajes por donde transitan caballos y toros.
La última jornada festiva concluye con la clase práctica de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca con Rubén Blázquez, Manuel Diosleguarde y Leonardo Passareira y el punto y final de las actividades festivas en honor del Cristo de la Exaltación son la capea y el último desencierro.