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Opinión

Sillas perfectas

 

[dropcap]A[/dropcap]l contrario de lo que dictaban las normas de lo económico, lo eficaz y su prima la irreverente e inefable eficiencia, le resultaba más común encontrarse con encargos de sillas de cuatro patas. Está bien cuando su ubicación permanente va a ser un hogar, aun así, siempre trataba de dar toda la información de que disponía a sus clientes. – Con tres patas, jamás cojeará.

 

Por las cosas del peculiar pecunio se prestaba sin demora a las solicitudes recibidas, no dudando así de los intereses de los trabajos tal cual se presentaban. ¿Silla de cuatro patas? Silla de cuatro patas. ¿Silla de pata central? Silla de pata central. A su servicio oiga, aquí se hacen sillas y quien paga el precio estipulado siempre tiene razón aunque no la tenga.

Fabricar sillas para quien domina el tacto de la madera encierra la misma complejidad que saciar la sed para quien tiene una botella de agua en la mano. Poco misterio. Una suerte que una cosa tan sencilla para él tuviera tanta demanda.

El avispado aprendiz del taller de carpintería no entendía cómo su maestro ponía tanto esmero en cada trabajo sabiendo que no era perfecto. Su rebelde juventud le hostigaba, le urgía a demostrar las sinrazones de la moda cuando veía la sonrisa del carpintero aceptando cada nuevo encargo.

– Disculpe maestro, ¿por qué no hacemos nunca las sillas según su criterio en lugar de adaptarnos a los peregrinos gustos de sus clientes? Tardaríamos menos así que construiríamos más, serían más económicas para nosotros así que podríamos venderlas más baratas y, sobre todo, jamás cojearían. – Le propuso con perezoso entusiasmo antes de esconderse tras su mandil.

– Porque nosotros no hacemos sillas. Transformamos la vida de la madera, la adaptamos para quien necesita un lugar cómodo en el que descansar, parar o simplemente estar. Porque no son las experiencias de tu culo o el mío lo que ocupa a quienes entran por esa puerta buscando un lugar seguro en el que sentarse a la mesa, a comer, a charlar, a jugar, a leer o a escribir.

>> Hay quien necesita invertir gran cantidad de tiempo, esfuerzo y dinero en conseguir un suelo plano, perfectamente calibrado y nivelado. Hay quien invierte lo que le sobra para ponerlo bajo techo. Hay quien trata de engañar a las pendientes, quien rellena los huecos grandes con cosas pequeñas solo para conseguir un nivel. Soleras, baldosas o maderas para que quede liso, para que quede listo. Para evitar tropiezos. ¿Cómo no van a querer cuatro patas? ¿Crees que alguien se interesa realmente por la silla perfecta?

– ¿La de las tres patas distintas? Claro que no. Es defectuosa.

– Te equivocas. Es irregular. Como todas las cosas de la vida. Nada discurre por un camino llano. Todo tiene imperfecciones. Sólo tienes que girarla hasta encontrar su posición adecuada, terminará por encajar segura, firme en el terreno, habrá varias formas, varios lugares en los que no cojeará. Con cualquier otra será necesario alisar el terreno.

Más información, aquí

moveyourself-coaching.com

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