La joven Leticia Rosino asesinada la semana pasada por un menor de edad que acusó de los hechos a su propio padre, era una joven con formación universitaria que emigró a Inglaterra para buscar un proyecto de vida que aquí no tenía y que regresó tras pasar allí un tiempo.
Era natural del municipio zamorano de Tábara, donde reside su familia, que regenta un supermercado, y a la que visitaba los fines de semana. En Tábara vivió hasta que se trasladó para estudiar en la universidad.
Después, residió un tiempo en Inglaterra y desde este país, volvió a Castrogonzalo, donde le ofrecieron un trabajo como química en una industria láctea, según informa Leonoticias.
Ahora trabajaba como química en Lácteas Cobreros y anteriormente lo hizo en la fábrica Entrepinares, donde al parecer conoció a su pareja, David, con el que convivía en una casa nueva recién rehabilitada y que se encuentra muy próxima a la vivienda de los padres del joven.
El alcalde de Tábara, José Ramos San Primitivo, explicó que el pueblo está consternado. «Era una chica muy agradable, muy buena y colaboradora con iniciativas».