Durante el primer semestre del año se han registrado en Salamanca 134 casos de malos tratos atendidos por la asociación de asistencia a las víctimas, Adavas, treinta más que en el mismo periodo del ejercicio pasado.
Empeora la situación en casi todos los tramos de edad, pero parece especialmente preocupante el incremento entre los jóvenes, ya que en el 27% de los casos atendidos las víctimas eran veinteañeras, según señaló este viernes Manuela Torres, abogada de la asociación.
«Sorprende que sigan aumentando las víctimas jóvenes, cuando se supone que tienen más información, recursos y han crecido en igualdad», comentó.
La mayor parte de los casos de violencia de género entre los jóvenes se traducen en agresiones físicas y acoso, «sobre todo tras una ruptura de pareja», explicó.
El perfil
Pese al aumento de los malos tratos entre los jóvenes, el perfil de las víctimas más común es el de una mujer de entre 36 y 45 años, seguidas de las que tiene entre 46 y 55 años.
La crisis económica puede estar detrás de este aumento de la violencia machista. «La crisis hace bastante daño, sobre todo en casos de ruptura si hay cargas -hijos- y por la retirada o disminución de las ayudas públicas» a las mujeres maltratadas.
Adavas asegura que el 44% de las víctimas estaban en paro y de ellas la mitad no percibían ningún ingreso, lo que las deja en una situación de extrema vulnerabilidad.
Sin protección
Además, cuando denuncian se deniegan en las primeras horas tras los hechos el 30% de las medidas cautelares de protección de las víctimas (que luego se conceden meses después tras el pertinente recurso).
Esto hace que casi la mitad de las víctimas no denuncien los malos tratos, entre la falta de protección posterior y los que acarrean los hijos compartidos. «Hay más miedo a denunciar judicialmente. Las mujeres antes se sentían más protegidas a la hora de denunciar», señaló Torres.