La Audiencia Provincial de Salamanca ha acogido este martes el juicio contra M.B.I.G., a quien se le acusa de cometer un delito de lesiones y atentado contra la autoridad por golpear duramente a un agente de la Guardia Civil. Los hechos se remontan a junio de 2016, cuando acusado y demandante se hallaban en un bar de Carbajosa de la Sagrada y M.B.I.G. profirió un golpe al agente en la cara con una copa en la mano.
El pasado agosto de 2015, un grupo de agentes de la Guardia Civil, entre los que se encontraba el afectado, estaban realizando un control en el acceso a Carbajosa en el marco de las fiestas patronales de la localidad, cuando un hombre en ciclomotor se les acercaba.
Al ver el control, el hombre, que era M.B.I.G., dio la vuelta para eludir a los agentes. La Guardia Civil le persiguió por la zona del Polígono de los Montalvos hasta que dieron con él y le detuvieron.
Un año más tarde, en junio de 2016, ambos se encontraron en un bar de Carbajosa para ver el partido de la Selección Española contra Italia. En un momento dado, el acusado reparó en la presencia del demandante y le preguntó a sus conocidos quién era, diciendo que le sonaba su cara. Ellos le explicaron que se trataba de un amigo que era un guardia civil de Alba de Tormes.
Fue entonces cuando M.B.I.G. se le acercó y le preguntó personalmente de qué le sonaba su cara. La víctima le explicó que le recordaba del incidente del año anterior con la motocicleta. Un instante más tarde, el agresor profirió a la víctima un duro golpe en el rostro con la copa de bebida en la mano, haciendo estallar los cristales contra la cara del agente.
La víctima comenzó a sangrar abundantemente y tuvo que ser atendido por una mujer auxiliar de enfermería que se encontraba en el bar en aquel momento. Avisaron a la Guardia Civil y a las urgencias sanitarias.
La cara de la víctima quedó parcialmente desfigurada y tuvo que ser intervenido, además de recibir terapia psiquiátrica por un ataque de ansiedad. En el juicio de este martes, el agente agredido ha comparecido visiblemente nervioso y ha mostrado al tribunal la cicatriz que el golpe le ha dejado.
Sin embargo, el acusado sostiene que lo hizo porque la víctima y sus amigos se estaban mofando de él y llamándole “muerto de hambre”, tras lo que se sintió aludido.
Además, argumenta que se encontraba bajo los efectos de la cocaína y que no tenía ninguna intención de enfrentarse a un agente de la autoridad porque, de hecho, ni siquiera sabía que lo era. En ningún momento ha negado lo ocurrido y admite que le golpeó.
M.B.I.G. cuenta con varios antecedentes similares en los que se dictó sentencia de conformidad con los hechos y asegura que se está rehabilitando en Proyecto Hombre.
La acusación particular pide 4 años de prisión por un delito de atentado contra la autoridad, además de 3 años y 6 meses de cárcel por un delito de lesiones.
El Ministerio Fiscal pide, por otro lado, 5 años de prisión por lesiones y la letrada de la defensa pide un año de prisión por lesiones accesorio a la indemnización consignada. Tanto el fiscal como la defensa están de acuerdo en aplicar un atenuante por reparación, a lo que la defensa suma otro atenuante por drogadicción.