José Luis de Castro, magistrado del Juzgado Central de menores de la Audiencia Nacional, y Avelino Fierro, coordinador de fiscales de menores de Castilla y León, han visitado Salamanca este miércoles con el fin de asistir al VI Ciclo de Justicia que ha tenido lugar durante la tarde en el Colegio Arzobispo Fonseca. Los juristas han hablado sobre la situación de los menores terroristas y de los maltratadores.
“Es una cosa curiosa la realidad a la que nos enfrentamos en esta materia”, manifestó el magistrado José Luis de Castro, “es cierto que menores ligados al tema terrorista los hemos tenido siempre y por eso se crea el juzgado en el año 2001, con la finalidad, precisamente en aquel momento, de luchar contra lo que era la kale borroka”. En ese sentido, el magistrado considera que “es un tema ya extinguido prácticamente”.
Sin embargo, el problema al que nos enfrentemos hoy, según manifestó, “quitando algunos casos muy concretos como puede ser el caso Alsasua o algunos que están ahora pendientes de señalamiento, fundamentalmente es la perspectiva del terrorismo yihadista”.
“Ese mundo es donde nos encontramos con esa doble situación de víctima-berdugo en el caso de menores que son captados para entrar en la red terrorista. Es un perfil de una edad próxima a 16,17 años y es la misma proporción respecto a sexos que podríamos tener en adultos, más hombres que mujeres”, añadió.
José Luis de Castro cree que “es un tema que hay que estudiar” e insiste en que “el trabajo fundamentalmente es prevención”. El magistrado ha querido subrayar que no hay motivo de alarma. “Lo que no podemos ser es alarmistas”, señaló, “pero tampoco podemos mirar hacia otro lado”.
“No es un tema para la alarma social, ni mucho menos. Es un tema que está controlado”, declaró. No obstante, sí destacó “la vulnerabilidad que tiene un niño” ante “el mensaje que le puede dar el Daesh, esa cantidad de información que tenemos a través de la red, en donde aparece casi ese mundo como un mundo paradisiaco”. Todo eso “es muy atractivo para menores con un grado de vulnerabilidad y marginalidad”. “Prevención sí, cuidado sí, respuesta judicial, pero en ningún momento alarma”, insistió.
Menores maltratadores
Por otro lado, Avelino Fierro puso el foco en la problemática de los menores maltratadores. “En el 2005, yo recuerdo una estadística de la comunidad de Valencia”, comentó, “pasaban de 16 expedientes de menores maltratadores a 300 y pico”.
“Yo he escrito algo sobre eso y las nuevas tecnologías, que son cosas que no entiendo, que los hijos maltraten a sus padres y que sean tan ciberadictos que yo creo que están idiotizados. Soy un poco rudo en esto, pero creo que es uno de los problemas que tenemos en las fiscalías y a mí son los que más me preocupan”, señaló el coordinador. Fierro considera que en los casos graves “viene rodado, la maquinaria ya está engrasada y sabemos lo que tenemos que hacer”, pero que estas cuestiones “sigo sin entenderlas”.
El coordinador de fiscales de menores aprovechó para subrayar algunas de las necesidades actuales de las fiscalías en esta materia. Además de la escasez de medios materiales, explicó que “la fiscal superior ha pedido el otro día un funcionario de guardia de protección porque la Junta cierra a las 15.00 de la tarde y, a veces, hay problemas en esos fines de semana largos. […] Y quizá alguna plaza más de convivencia con grupo educativo. Tenemos muchos menores maltratadores y la mejor medida cuando hay que sacarlos de casa es esa, pequeños colegios tutelados, pisos tutelados y quedan un poco justitas las plazas. Yo creo que es una demanda muy razonable”.
Además de esto, añadió su petición de que “funcionara bien la Fiscalía digital, que se peta y se estropea como una escopeta de feria y eso retrasa la tramitación”. “Hay otras deficiencias, pero yo no quiero tampoco pelearme con la Administración”, manifestó, aunque reconoce que la Junta es muy colaborativa.
Por: Paula Castro