Pablo Iglesias e Irene Montero han puesto este sábado su cargo a disposición de las bases del partido después de que se haya puesto en duda su credibilidad a raíz de la polémica que se ha suscitado por la compra de un chalé de lujo en la sierra de Madrid.
Ambos dieron una rueda de prensa conjunta en la que Iglesias dijo que serán los inscritos en Podemos quienes respondan con un sí o un no si él debe seguir como secretario general e Irene Montero como portavoz parlamentaria del partido.
«Les toca a ellos decidir si somos dignos de seguir», ha dicho Pablo Iglesias, antes de matizar que “si nos dicen que hemos de dimitir, dimitiremos».
«No pensé que el hecho de querer criar a los hijos que voy a tener en un contexto un poco más tranquilo pudiera suponer un debate que pusiera en cuestión nuestra credibilidad», ha añadido Iglesias.
Irene Montero criticó el ‘acoso mediático’ al que se han visto sometidos y denunció que se han pasado los límites de su intimidad.
La decisión de Iglesias y Montero, que en otoño serán padres de mellizos, se produce después de que se hiciera pública la compra de una casa unifamiliar en la sierra norte de Madrid y la hipoteca de 540.000 euros que habían solicitado al 50% para pagarla. La difusión de esta noticia, acompañada de las fotos internas y externas de la vivienda, dio paso a un gran debate, plagado de críticas, en los medios y en la calle, sobre si era coherente con sus planteamientos políticos la decisión adoptada.
Pablo Iglesias aseguró a través de Facebook que «la herencia ayudará» a pagar el chalé. El diario El Mundo revela los detalles de esa herencia. Los padres del secretario general de Podemos, Francisco Javier Iglesias y María Luisa Turrión, tienen propiedades con un valor que, agregado, superaría el millón de euros.
