[dropcap]O[/dropcap]tra de las fundaciones en las que intervine fue la de Segundo Vicente y Perfecta García de Corselas. El matrimonio vino a verme con unos parientes suyos, un religioso marista y la hermana de éste, profesora de la Universidad de Salamanca. Vicente había sido director general de Sanidad durante la República. Cuando terminó la Guerra Civil marchó al exilio instalándose en Nueva York, donde se dedicó a pintar. Son famosos sus paisajes que recuerdan la Salamanca que vivió. Sus cuadros expresan la profundidad de los campos salmantinos. Vicente logró plasmar en ellos los infinitos horizontes de Castilla. Llegó a tener mucha fama y a vender sus cuadros a la alta burguesía neoyorkina. Con el tiempo fue descubierto por Rockefeller, que se enamoró de su pintura. Desde entonces pasó a ser pintor del millonario norteamericano.
Discutimos mucho la creación de la fundación y quienes debían ser sus beneficiarios. Su mujer era pedagoga y había ejercido la docencia. Quería apoyar a los estudiantes de magisterio. Después de dedicar muchas horas al tema se decidieron por instituir tres premios, dedicados a estudiantes de medicina, pintura y educación básica. El primero llevaría el nombre de Gonzalo García Rodríguez, el de pintura Segundo Vicente y el de educación Perfecta Corselas. Los puse en contacto con el rector que facilitó los trámites. La fundación se constituyó en junio de 1991.
Cuando recorres la parte noble del Ayuntamiento de Salamanca, en sus pasillos te puedes encontrar con cuadros de Segundo Vicente. También se pueden admirar en la Universidad de Salamanca. Una buena colección de ellos se encuentra en la sala de reuniones del Colegio Mayor Arzobispo Fonseca y en la Secretaría General, en lo que fuera Hospital del Estudio. Llama la atención el desconocimiento que hay en la Universidad y en el Ayuntamiento del enorme valor de los cuadros de Vicente, que sigue siendo uno de los pintores más cotizados en los Estados Unidos.
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1 comentario en «La filantropía republicana»
Querido Jesús Málaga. Acabo de ver y leer tu artículo sobre el matrimonio Segundo Vicente y Perfecta Corselas, dos grandes amigos con los que estuve charlando algunas veces cuando mi madre vivía, pues era muy amiga de «Doña Perfecta» También tuvieron contacto en Francia con mi padre, hermano Higinio y primo Martín cuando la guerra incivil. Vi algunos cuadros, pero no sabía dónde habian ido a parar. A ver si un día puedo ir a verlos. Me acompaña por las tardes una persona pues ya no salgo sola. He tenido recientemente tres caídas , la última hace un mes, dentro del bus que arrancó cuando yo estaba de pie buscando sitio. No me maté porque mi madre siempre me pone los brazos debajo,pero tengo mis piernas tuvieron grandes moratones y unos edemas que siguen dándome la lata. Ya se que estáis por Morille. Vi unas fotos de las Fiestas de San Juán y a Mª José, como alcaldesa, supongo, hablando. Conozco lo de Inés Luna pues viví en Vitigudino y hace dos años fui con unos primos a Traguntía y comimos en la casa – palacio. Un abrazo.