David ‘El librero’ contra Goliat ‘La red social’

La librería Víctor Jara abrió sus puertas hace 42 años, con su propietario, Mario Martín Fraile, repasamos estas cuatro décadas y vemos cómo hemos cambiado o no. El lema de Víctor Jara es: Tu librería de fondo, donde encontrarás un libro para cada momento
La librería Víctor Jara reeditan las obras completas de Gabriel y Galán, el poeta salmantino que murió en 1905. Fotos. Pablo de la Peña

 

[dropcap]P[/dropcap]ara aquel que quiere leer y le gusta la lectura… las librería tienen la ventaja de que puedes venir a ver, a buscar, a mirar.

 

Mario Martín Fraile, propietario de la librería Víctor Jara echa de menos que los lectores pasen media o una hora ojeando, leyendo partes de un libro y disfrutando del espacio que ofrecen las librerías. «Incluso los grandes lectores vienen a tiro hecho, porque han leído la reseña del libro o han escuchado una entrevista. Así no conocen esas obras publicadas por editoriales pequeñas o medianas que no tienen tanto presupuesto para marketing y se quedan ahí. Son obras maravillosas a nivel literario, de conocimiento…»

La librería Víctor Jara está ubicada en la calle Meléndez, 21.

Mario, ¿es difícil vender un libro?
Había un dicho de librero viejo que decía que escribir es fácil para aquel que tiene capacidad de pluma; leer es sencillo para aquel que sabe y quiere leer y lo más difícil es vender un libro.

¿Por qué?
Porque siempre se está luchando contra enemigos externos. Hace años el problema era que muy poquitas personas tenían acceso a los libros. Había casas en España, te hablo de hace 40 años, donde no había libros y era muy difícil que se engancharan a la lectura, tampoco se veía como una necesidad.

Esa época pasó y los libros se democratizaron..
Sí. Víctor Jara se abrió hace 42 años. Los primeros años fueron duros, el círculo de lectores era muy reducido, pero poco a poco se generalizó el consumo de libros, se empezaron a vender colecciones de libros en los kioscos. A mí me pareció muy interesante, a pesar de que muchos compañeros pusieron el grito en el cielo, porque supuestamente nos hacían la competencia, pero así llegaron libros a las casas, que en algunas no había ni uno solo. Hace 25 años empezó a haber una generación que se enganchó a lectura, especialmente mujeres que entonces tenían entre 25 y 45 años. Ahora, llevamos 10 años de crisis, pero los últimos cinco años, para mí están siendo mucho más duros.

¿A qué es debido?
A la existencia masiva de las redes sociales. Ese sector de la sociedad que se habían enganchado a la lectura, la han abandonado, porque eran personas que no tenían la necesidad imperiosa de leer, lo hacían como entretenimiento, para cultivarse, pero no tenían la suficiente fuerza como para hacer frente a lo que son las redes sociales.

Víctor Jara cuenta con Amarú Editorial, especializada en manuales de Psicología, Pedagogía,…

Mario Martín Fraile hace hincapié en la importancia de comprender lo que se está leyendo. Es un círculo vicioso, tienes que leer para prepararte y tienes que estar un poco preparado para leer. «Ese círculo no se puede romper en este momento por el factor tiempo y la cantidad de estímulos, de información, de formación que nos viene de fuera, de eso estoy absolutamente convencido».

Estamos en un momento en el que se lee y se escribe mucho en una pantalla, parece una contradicción decir que ahora se lee poco. «Dedicamos una parte importante de nuestro tiempo a leer o a mirar una pantalla, no tenemos tiempo material y la lectura de libro lo necesita».

Quizá si leyéramos más, las falsas noticias no tendrían cabida…
Estamos yendo a un mundo teledirigido. Necesitamos que haya lectores con capacidad para hacer crítica, autocrítica y para leer entre líneas, lo que el otro quiere aportar, como si fuera ‘palabra de Dios’. Hay que poner en duda muchas cosas. Cuando lees, ves o escuchas tienes que estar ojo avizor y saber qué tratan de transmitir. Para leer se necesita sosiego. Si estamos pensando en otras cosas, si estamos pendientes del whatsapp, no podemos enterarnos de lo leemos y para leer hay que enterarse del contenido.

Mario, ¿se acuerda de los planes de animación a la lectura?
Sí y hoy día fracasarían. Desde mi punto de vista, el problema está en que es muy difícil luchar contra el dragón de las redes sociales.

Quizá si los escritores se convirtieran en estrellas mediáticas como son los diseñadores o los cocineros…
Es que ahora los cocineros son escritores. (Risas) Todo lo que aparece en televisión es susceptible de convertirse en libro. No soy muy optimista, porque todo está dirigido. Ahora hay una producción de libros muy por encima del nivel de lectura.

Las encuestas aseguran este hecho: se editan más libros y se lee más. El propietario de Víctor Jara explica que lo que observado es que se siguen cerrando librerías, distribuidoras, pequeñas y medianas editoriales y subsisten los grandes grupos que tienen la capacidad de teledirigir, que tiene su peligro en cuanto al monopolio editorial y literario.

Lo que sí ha comprobado Mario Martín Fraile es que ahora hay muchos particulares que quieren vender sus libros y les dicen que no los quieren ni en las bibliotecas. Alegando que ocupan sitio y ya no los va a leer. «Antes teníamos libros para cuando tuviéramos tiempo para leer, ahora, como sabemos que no vamos a tener tiempo, para qué vamos a tener los libros».

¿Hemos pasado en 40 años de no tener libros en casa a no querer tenerlos?
No lo digo con tanta contundencia, pero sí te puedo decir que vienen personas ofreciéndolos. Ellos dicen que en sus casas ya no se puede entrar, no creo que sea por los libros.

Hace unos años, se escuchaba la expresión, ese libro lo guardo para leerlo en verano, que tenemos más tiempo. Incluso, el dueño de la librería Víctor Jara recuerda que los universitarios buscaban lectura para los meses estivales. «Todo eso ha desaparecido, como ha desaparecido el libro universitario. Es triste decirlo, pero es así. Ahora con las plataformas de apuntes, supongo que el profesorado cribará los contenidos y se sabrá a quién pertenecen esos contenidos, quién los firma y quién se hace responsable de lo que se dice, me estoy refiriendo al libro científico… Lo cierto es que los libros manuales, que antes se utilizaban, ahora no».

¿Qué ocurre con los derechos del autor y la editorial?
Siempre ha habido pirateo a través de la fotocopia. Ahora, son libros que están en la red, que no tienen consentimiento ni del autor, ni de la editorial y sin embargo están digitalizados y utilizándose total o parcialmente, no solo el 10% que permite la Ley o un libro que esté agotado. En España hay muchas leyes, pero no se cumplen. Tampoco se puede ir detrás de cada uno que comete un delito. Pero, si hubiera un escarmiento, como en Estados Unidos o Alemania, quizá tendrían más cuidado. Eso no evita que haya pirateo, pero allí hay menos que aquí.

Editorial salmantina

La librería Víctor Jara a lo largo de estas cuatro décadas se ha convertido en un referente en publicaciones universitarias, especialmente Pedagogía y Psicología con editorial propia Amarú Ediciones desde hace casi 25 años y a lo largo de este cuarto de siglo han publicado unos 400 títulos.

Ahora reeditan las obras completas de Gabriel y Galán, el poeta salmantino que murió en 1905. En el centenario, la editorial realizó una edición muy interesante con la introducción del poeta albercano, José Luis Puerto. «Siempre había oído a los mayores, especialmente de la sierra y del Campo Charro, recitar de memoria las poesías de Gabriel y Galán».

¿Qué tiene de especial el poeta de Frades de la Sierra?
Partiendo de que no era un poeta innovador, sino tradicional, era salmantino, de la tierra, cantó al medio rural, y estaba ahí un poco olvidado. La razón era ponerlo en valor.

Información:
Librería Víctor Jara
Calle Meléndez, 21

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