Alberto Mariñas, director del Festival de Luz y Vanguardias, analiza el festival Luz y Vanguardias que se desarrollará por tercer año en Salamanca, entre el 14 y 17 de junio.
P.- Este año, el Festival de Luz y Vanguardias también felicita a la Universidad por su VIII Centenario. Cojamos una frase del que fuera tres veces su rector. Unamuno decía que Salamanca es una fiesta para los ojos y para el espíritu. ¿Cómo se ve la ciudad bajo la luz de las últimas tendencias artísticas?
R.- La luz nos permite descubrir las constantes de la evolución de la ciudad. Sus joyas monumentales son en sí mismas las apuestas por la modernidad de cada uno de sus momentos históricos. Dentro de esa evolución, el festival es un reflejo de la concepción actual de la modernidad, por eso es un acontecimiento democrático, popular, que se desarrolla en el espacio público y que es efímero. La Salamanca que nos muestra es la de hoy y la de siempre, una ciudad viva en la que fluyen y son bien acogidas las tendencias artísticas del momento.
P.- Salamanca es conocida en el mundo gracias a su Universidad. ¿Esté festival la está colocando en el mapa de las nuevas tendencias de arte?
R.- Sin duda Salamanca tiene ya un lugar en el mapa del arte de la luz contemporáneo. Algo que percibimos cuando seleccionamos a los artistas invitados de cada edición es que hay un enorme interés por poder presentar su obra aquí. Hay otros festivales de luz en metrópolis internacionales, pero ninguno puede aportar la monumentalidad y la historia de Salamanca.
Por otro lado, una virtud del formato de festival es la periodicidad que le permite ir abriendo hueco en la agenda artística nacional e internacional. Y no hay que olvidar un efecto inverso fundamental: la vida cultural de Salamanca, la de sus espacios artísticos y la de sus estudiantes, se proyecta al mismo tiempo hacia fuera.
P.- Artistas consagrados y jóvenes talentos. ¿Qué le aportan al Festival de Luz y Vanguardias la madurez artística y el atrevimiento del que empieza?
R.- Fundamentalmente una mirada al presente, a través de los artistas invitados, y al futuro, con los jóvenes talentos, del arte de la luz. Tanto los consagrados como los que empiezan aportan la frescura de un arte que invariablemente busca despertarnos y mantenernos alerta frente a lo que viene, siempre sorprendiéndonos.
Particularmente los nuevos creadores presentan nuevos retos, por eso desde el principio estábamos convencidos de que era imprescindible incorporar el talento de la universidad y apostamos por ello.
P.- Un escocés afincado en Finlandia, una hispano-mexicana, un vallisoletano y un cántabro. ¿Qué opinan del monumento donde mostrar su arte?
R.- Cada vez que presentamos al artista el espacio sobre el que tiene que intervenir, hemos percibido un sentimiento de respeto y de gran responsabilidad. Actuar sobre unos espacios consolidados como joyas arquitectónicas y que están incluidos en el catálogo del Patrimonio de la Humanidad supone un reto importante, también para artistas de prestigio como los que venimos invitando al festival. Con el tiempo, esa responsabilidad y ese reto acaban desarrollando relaciones afectivas entre el artista y su lienzo.
P.- El edificio del Ayuntamiento también será soporte para los concursantes. Adelántenos un poco de lo que se podrá ver, al menos artistas de cuántas nacionalidades proyectarán video mapping.
R.- Este año hemos visto como el interés por el concurso crecía exponencialmente lo que se ha traducido en un fuerte aumento en el número de obras presentadas. En la plaza Mayor vamos a disfrutar de las creaciones de artistas de ocho nacionalidades y de cuatro continentes. Sólo desde España nos han llegado obras de nueve comunidades autónomas, pero tendremos artistas y estudios de Europa, Asia, Norteamérica y América del Sur.
Todas estas cifras suponen que crece la difusión global del festival y se aumenta la proyección de Salamanca que se fortalece con un atributo nuevo y complementario al de su monumentalidad e historia.
P.- Además de los grandes monumentos, el festival tiene su vertiente diurna en Espacio Nuca, DA2, La Salchichería, la Galería Adora Calvo, la Fundación Venancio Blanco, En la Parra y La Calcografía. ¿Qué obras sorprenderán a los visitantes?
R.- Estamos encantados de que los espacios artísticos y culturales de Salamanca participen en el festival a través de +Luz. Agradecemos especialmente el hecho de que los cuatro espacios que ya participaron el año pasado repitan en esta edición y que además se sumen otros tres.
Los visitantes sin duda van a quedar fascinados con unas propuestas variadísimas y muy interesantes que abarcan distintos ámbitos de la creación plástica, musical e incluso gastronómica pero que sin duda responden todas ellas a las dos premisas fundamentales de este festival: luz y vanguardia.
P.- Las vanguardias de principios del siglo XX revolucionaron la pintura y eso dio paso a una libertad para los artistas. Cien años después, el Festival de Luz y Vanguardias va por su tercera edición. ¿Qué cree que está aportando al mundo del arte?
R.- Aportamos un acercamiento al público que no es habitual en el mundo del arte contemporáneo. Salamanca se convierte en un territorio de convivencia entre las últimas tendencias artísticas y un público variopinto que no responde a clichés o a patrones de lo que debe ser el espectador de arte de vanguardia. Todo ello permite una relación sin barreras y sin prejuicios entre las personas y las creaciones.
P.- En el plano crematístico. Un 18% más de ocupación hotelera con relación en el 2017, con relación al 2015. ¿Cómo cree usted que es el visitante que se acerca a Salamanca para disfrutar de este evento tan creativo?
R.- Como decía, el festival atrae a un público variopinto, representativo de una sociedad plural. A eso ayuda el espíritu abierto y participativo del evento y la variedad de espacios y de propuestas que atienden a los distintos gustos. Como demuestran cada año las estadísticas de ocupación hotelera, el festival atrae tanto a visitantes de proximidad y cada vez más a internacionales. Sin olvidar a los salmantinos, para los que es ya una de las citas más importantes de su calendario cultural.