Opinión

Los Essex (A tricky town vol.4)

 

[dropcap]V[/dropcap]innie y Venus Essex llevan ya un tiempo viviendo juntos pero no se cansan de decir que no tienen ninguna intención de hacer pública formalización de su relación porque es algo que les pertenece a ellos. No valoran la posibilidad de firmar un documento concreto para que una entidad distinta a la que ellos forman ponga sello a su andar. Ambos estuvieron casados en el pasado, quizá por eso no permiten, o mejor dicho ignoran, cualquier etiqueta a excepción de la de la ropa que puedan llevar puesta.

 

Es una pareja muy popular pero no siempre en el mejor sentido. Alrededor de donde no están presentes es muy fácil escuchar cómo se les llama cigarras. Lógico cuando el comentario nace de una colonia de laboriosas hormigas. Es cierto. Son distintos al resto.

No tienen un encaje sencillo dentro de una comunidad implicada en el status quo global. No hacen calle ni barrio ni comunidad. Dicen que porque no tienen tiempo para ello, que siempre andan ocupados en algo tan sencillo como encontrase su propio el placer. Dicen que saben que van a morir y que prefieren que la guadaña los encuentre saciados, extenuados y satisfechos. Comen, beben y fuman y por todos es conocida su promiscuidad. Ellos también la conocen desde dentro.

Hace tiempo que no usan reloj. Esa manera suya de entender el día. Les genera ciertos conflictos con terceros, es cierto, porque la puntualidad es algo que no negocian. – ¿Los Essex llegarán a tiempo? –Seguro que sí. Pero no en el que los demás estén pensando sino en el suyo. – ¡Qué anárquicos son los Essex! – Es cierto. Quizá se les pegó la piel entre las sábanas. Que le jodan al reloj.

No comen a las dos sino cuando tienen hambre. No duermen a las diez, sino cuando tienen sueño. No van cuando quieres tú, sino cuando quieren ellos.

Sin quererlo, sin ninguna intención, suponen toda una provocación a las reglas, a las seguridades que nos deben acompañar para que todos podamos contemplar una existencia tranquila. Suponen toda una contradicción al libro de estilo de todo buen miembro gregario. Suponen toda una contradicción formal, porque maldita sea, tienen un cutis, una luz en la mirada, un brillo en el pelo… Suponen.

De lo que todo el mundo está convencido es de que a su plan vital se le ven claramente las costuras. No podrán mantener este ritmo toda la vida. Seguro que llegará un momento en el que echen la vista atrás, porque hacia delante no saben. Seguro. Seguro que terminarán engullidos por tan caótica existencia. También seguro, ante tanta víscera y tan poca previsión solo cabe esperar unos últimos kilómetros llenos de sobresaltos.

Ellos dicen que les da igual, que no tienen ninguna intención de preocuparse por nada, que prefieren ocuparse. Que solo hay una vida y que desde luego, no tienen ninguna intención de que la cita del mármol diga que la suya fue cómoda, segura e inofensiva.

Moveyourself.    

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