El artista Fernando Saldaña comparte sus leyendas sobre la Cueva de Salamanca en una actuación que celebra el aniversario de la asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio. Además, este año se cumplen 25 de la apertura de este monumento histórico a los visitantes.
En su manifiesto, la asociación quiere hacer una “reivindicación del espacio como un centro de encuentro de los salmantinos y, ya que tiene un componente histórico importantísimo, como un centro que merece ser recuperado”. Fernando Saldaña ha manifestado que “nos encontramos con un deterioro grande en la cripta y con un deterioro aún mayor en el entorno, tanto la Torre del Marqués como el pequeño museo al aire libre”.
“Hace 25 años que se inauguró y han desaparecido un montón de estelas funerarias cristianas que han sido robadas; algunas inscripciones, también funerarias, que se han robado; unos canecillos policromados que había, el paso del tiempo ha hecho que desaparezca la pintura; y tenemos la impresión de que son demasiados siglos de historia los que han acompañado a este rincón y han hecho que sea famoso en todo el mundo, como para que merezca la pena cuidarlo”, considera el artista.
Desde su punto de vista, lo que se necesita es “hacer algunas intervenciones urgentes”, tanto en “el tratamiento de la piedra para que no se siga deteriorando” como “en el concepto del espacio”. “Hay gente que viene a hacer botellón por las noches y se cuela con una facilidad enorme, y eso deteriora la planta de la iglesia porque quitan las ruinas para usarlas de taburetes. Necesita más cuidado y mayor vigilancia”, ha añadido.
Esto no solo sucede en la Cueva de Salamanca. “En general, hay cierto deterioro en una ciudad que presume, por un lado, de ser muy culta y, por otro, de ser histórica”, ha declarado Fernando Saldaña, “o cuidamos aquello de lo que vivimos o Salamanca tiene un mal futuro”.
Texto y fotos: Paula Castro Morán